Meta Platforms, la empresa matriz de Facebook, Instagram y Threads, anunció este martes el fin de su programa de verificación de datos en Estados Unidos, además de flexibilizar las restricciones sobre temas controvertidos como la inmigración y la identidad de género. Este cambio representa un giro importante en la gestión de contenidos en la plataforma y llega justo cuando Donald Trump se prepara para asumir su segundo mandato presidencial.
El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, justificó la decisión en un video público afirmando que era hora de regresar a la “libertad de expresión” tras años de lo que consideró excesos en la moderación de contenidos. Este movimiento se da en el contexto de intentos visibles por mejorar las relaciones con la nueva administración. La reorganización incluye la promoción de Joel Kaplan, asociado al Partido Republicano, como jefe de asuntos globales y el ingreso de Dana White, amigo cercano de Trump, a la junta directiva.
Zuckerberg también adelantó la adopción de un sistema de “notas comunitarias” inspirado en X, la plataforma de Elon Musk, para añadir contexto a las publicaciones en lugar de etiquetarlas como falsas. Asimismo, Meta abandonará la detección proactiva de discursos de odio y otras infracciones menores, concentrándose únicamente en alertas de usuarios y contenido de alta gravedad como terrorismo o explotación infantil.
Reacciones encontradas
El anuncio ha generado críticas desde sectores del periodismo y la verificación de datos. La Agencia France-Presse (AFP) calificó la decisión como un golpe al esfuerzo de combate a la desinformación, mientras que la directora de la Red Internacional de Verificación de Hechos defendió que su labor nunca consistió en censurar, sino en aportar contexto. El director de la Agencia Federal de Redes de Alemania, Klaus Müller, ha amenazado a Meta con sanciones si el gigante tecnológico deja de usar los “verificadores de hechos” en Europa. Por otro lado, Trump aplaudió el cambio, sugiriendo que podría ser consecuencia de sus amenazas previas.
Regulaciones bajo la lupa
El enfoque más laxo de Meta plantea interrogantes sobre su cumplimiento de las estrictas normativas europeas. La Ley de Servicios Digitales (DSA) impone sanciones severas por no abordar contenido dañino, y la Comisión Europea ya investiga a X por su sistema de notas comunitarias. Meta, sin embargo, asegura que los cambios iniciales solo afectarán a EE.UU.
Este reajuste estratégico señala un nuevo rumbo para las plataformas sociales y su equilibrio entre libertad de expresión y moderación de contenidos. La pregunta que persiste es cómo afectará este enfoque a la proliferación de desinformación y la confianza en el ecosistema digital global.