MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El bróker XTB ha destacado que los inversores tendrán en 2023 “grandes oportunidades”, a pesar de que existe la posibilidad de que se produzca una crisis severa, según se desprende de un informe de perspectivas macroeconómicas que ha publicado este martes.
“El 2023 probablemente sea un año de grandes oportunidades de inversión, ya que las fuertes correcciones experimentadas, tanto en las bolsas como en el mercado de renta fija, han ajustado las valoraciones hacia puntos de equilibrio más justificables desde una perspectiva de medio y largo plazo”, ha indicado el analista jefe de XTB, Pablo Gil.
De esa forma, la firma de ‘trading’ ha pronosticado tres posibles escenarios para el presente año: uno positivo, otro negativo y otro deprimido con una crisis financiera severa. Estos tres escenarios se han detallado tomando como base una serie de variables: inflación, crecimiento económico, beneficios empresariales, riesgos geopolíticos, el Covid-19 en China, el mercado de crédito e inmobiliario y la industria de las criptomonedas.
En el primer escenario, el positivo, XTB considera que los eventos vividos durante los últimos tres años (la pandemia y la guerra en Ucrania) son solamente ‘cisnes negros’, por lo que una vez pasados, se volverá a la anterior normalidad monetaria y geopolítica. En este pronóstico, la inflación vuelve al 2% para mediados de 2024 y se alcanza el tope a las subidas de tipos en el primer trimestre, mientras que China adopta medidas expansivas, se enfría la guerra en Ucrania y se evita una recesión.
Ante esta posibilidad, XTB recomienda invertir en sectores defensivos, en renta fija en general y tener la vista puesta en divisas de países ‘principales’ y emergentes ante la pérdida de fuerza del dólar.
El segundo escenario es el negativo, que es el que XTB considera como escenario base. Según Gil, en este contexto se mantendría la “alta correlación” entre renta variable y renta fija que se ha vivido durante 2022, lo que supondría una traba a la diversificación de carteras para los inversores.
En este marco coyuntural, las presiones inflacionistas descienden desde sus máximos pero de una forma “más lenta y tortuosa” de lo previsto, lo que arrojaría dudas sobre l a posibilidad de volver al objetivo tradicional de los bancos centrales del 2%. Esta situación obligaría dichas entidades a endurecer la política monetaria todavía más, lo que provocaría recesiones en Reino Unido, Europa, Japón y Estados Unidos.
El bróker receta como estrategia para este escenario sobreponderar sectores defensivos y de consumo básico frente a cíclicos y en crecimiento, así como a considerar el dólar como activo refugio y evitar la renta fija corporativa de carácter especulativo o los soberanos emergentes mal calificados. También se recomienda la inversión en activos tangibles (oro, materias primas, bienes inmuebles) frente a activos financieros.
El tercer escenario que maneja XTB es uno deprimido, en el que se suman focos de tensión “que acaban provocando una crisis financiera tan severa que lleva a los bancos centrales a abandonar la lucha contra la inflación para poder estabilizar el sistema”, pronostica el analista.
A nivel geopolítico, este escenario estaría caracterizado por el uso de armas nucleares por parte de Rusia, que China viva una crisis más profunda con levantamientos sociales internos y el intento de anexionarse Taiwán. Al tiempo, a nivel económico sale a la luz el impacto de las condiciones financieras laxas de los últimos años y la deuda llega al 350% del PIB.
En este contexto, el bróker recomendaría estrategias defensivas y coberturas vía volatilidad para capear caídas de bolsa que podrían superar el 50%. También recetaría evitar la deuda periférica de Europa, preferir los activos reales y apostar por ‘hedge funds’ neutrales.
“Si las cosas salen mal, si realmente la situación no acaba siendo una mera desaceleración económica o una recesión ligera, los inversores no están preparados para lidiar con un mercado a la baja del cual no saben nada desde hace 14 años y que estaría cargado de un nivel de volatilidad para el que probablemente no sirva la metodología de inversión que han utilizado durante la última década y media”, ha insistido Gil.