Wall Street ha vuelto a poner un punto de confianza en Powell tras escucharle en la rueda de prensa de la reunión del FOMC que no considera probable que haya subida de tipos de interés. Es cierto que Powell alargó el tiempo que se esperaba para una primera bajada de tipos de interés, pero el hecho de recalcar la FED que la subida es una especulación del mercado sin el fundamento del debate de los miembros hace que se alargue el enamoramiento entre Powell y los mercados, que se abrió a finales de octubre.
Ahora hay que ver cómo van avanzando los datos, pero el mercado estima que en la reunión de julio podría haber ya un movimiento a la baja y sino septiembre o noviembre. Hasta el punto que los inversores parecen no ver ya tan mal pasar todo 2024 sin movimiento de tipos y quedarse con una pausa histórica. El presidente de la FED apuntó que con los datos actuales aún queda trabajo por hacer, pero recalcó que el peor error estaría en bajar antes de tiempo o más fuerte de lo que se debería.
De ahí que el miedo que se había creado antes de la reunión de los miembros del FOMC parece disipado. Ahora falta por ver cómo avanzan los datos de empleo, inflación y crecimiento de la economía, para poder centrar una idea clara de cómo pueden avanzar las estimaciones de una rebaja de los tipos de interés. O si es mejor empezar a tirar la toalla y entender que no será hasta 2025.
El mercado vuelve la mirada otra vez también a los resultados empresariales para comprobar la marcha en el medio plazo de las perspectivas de beneficio.