Reino Unido arremetió este martes contra las tropas rusas involucradas en el uso de armas químicas en el campo de batalla en Ucrania imponiéndoles sanciones, acusando a Rusia de “tácticas crueles e inhumanas”.
“El Reino Unido no se quedará de brazos cruzados mientras que Putin y su estado mafioso pisotean el derecho internacional, incluida la Convención sobre Armas Químicas”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, en un comunicado.
Las medidas, que incluyen la congelación de activos y la prohibición de viajar, apuntan al 33.º Instituto Central de Investigaciones y Ensayos Científicos del Ministerio de Defensa ruso, a su 27.º Centro Científico y a sus Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica, así como a su líder Igor Kirillov, “responsable de ayudar a desplegar estas armas bárbaras”, de acuerdo a Lammy.
Por otro lado, apenas unas horas antes, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zajárova, acusó a los países occidentales de aprobar “de facto” el uso de armas químicas por parte de Kiev contra las fuerzas armadas rusas en Ucrania.
Zajárova afirmó que los usos sistemáticos de sustancias químicas prohibidas por parte de las fuerzas de Kiev contaban con la aprobación de Washington, Berlín, Londres y París. También afirmó que Ucrania violaba la Convención sobre Armas Químicas y pidió a Estados Unidos “no jugar con fuego” al apoyar las acciones de Ucrania.
De acuerdo con la Convención de Armas Químicas, cada estado parte de la convención se compromete a no desarrollar, producir, adquirir de otro modo, almacenar o conservar armas químicas ni a transferir esas armas a nadie, directa o indirectamente. También, su primer artículo prohíbe estrictamente el uso de armas químicas, iniciar preparativos militares para el empleo de armas químicas y ayudar, alentar o inducir de cualquier manera a nadie a que realice cualquier actividad con armas químicas.
Las dos declaraciones apuntan a que la situación actual se enfrenta a un tenso ambiente geopolítico entre Rusia y Occidente, ambos acusándose mutuamente de violar la Convención sobre Armas Químicas y tomando represalias sobre ello.
Además de las sanciones impuestas por Reino Unido, la semana pasada el gobierno también sancionó a 16 miembros de la banda rusa de delitos cibernéticos Evil Corp, un grupo que, según dijo, había recibido el encargo de Rusia de realizar operaciones contra los aliados de la OTAN.