Las elecciones europeas de junio de 2024 proyectan un mapa político convulso por el auge de los movimientos de derecha, que podrían romper la hegemonía repartida entre socialistas, populares y liberales hasta ese momento. En el momento actual, el Parlamento Europeo tiene dos grupos muy fuertes de derecha: Identidad y Democracia (ID), y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). Los puntos programáticos de esa alianza conservadora se basarían en el compromiso atlántico, para no asustar a USA y Gran Bretaña; y la defensa de los valores de la libertad, la dignidad, las raíces cristianas de Europa, la familia y la soberanía nacional; rechazando la censura globalista, todos los totalitarismos sufridos por Europa, tanto comunismo como nazismo, la migración ilegal y el antisemitismo.
La clara evolución del Partido Popular Europeo hacia posturas liberales en moral y economía, abandonando sus principios cristianos y sociales, ha creado la sensación de quedarse sin representación política por parte de muchos millones de ciudadanos europeos. Es el caso de Polonia, donde el representante del PPE defiende posturas claramente anticristianas como la retirada de los crucifijos del ayuntamiento de Varsovia, que sólo tenía como antecedente la época comunista, la defensa de la ideología de género y las reivindicaciones de la comunidad LGTBi de tener presencia en el mundo educativo. La formación de un referente conservador que pueda servir de casa común a conservadores y nacionalistas es el objetivo del primer ministro húngaro Viktor Orban, cuyo gobierno es visto como un modelo a seguir por estas formaciones derechistas.
La izquierda comunista representante de la clase obrera ha desaparecido a favor de una
derecha social que ha encontrado su electorado. El ámbito de la izquierda verde o caviar como Podemos, Francia Insumisa o Bloque de Izquierda en Portugal, defiende los derechos de los colectivos animalistas, sexuales o veganos mostrándose favorable a un cambio radical de la sociedad y a su descomposición en individuos eliminando su relación comunitaria. Sus propuestas proceden se ven apoyadas por socialistas, populares y liberales que ha llevado a la rebelión de los granjeros ante su desaparición a favor de las multinacionales que controlan el agro de otros continentes sin las estrictas medidas de salud europeas.