El organismo llama a hacer un buen uso de los fondos europeos para que contribuyan a la evolución económica en los próximos años
El Banco de España calcula que un incremento de un 1% en la inversión pública estaría asociado a un aumento de la misma magnitud en la inversión privada en el corto plazo, por lo que el organismo ha subrayado la importancia de hacer un uso adecuado de los fondos europeos ‘Next Generation EU’.
“Es importante realizar una rigurosa selección de los proyectos que forman parte de este programa, de manera que se alineen con los objetivos de trasformación estructural de la economía española en el medio y largo plazo”, ha remarcado el Banco de España.
Y es que del volumen total de recursos que España podría recibir en forma de transferencias de los fondos europeos, cerca del 80% del total estaría destinado a actuaciones de inversión pública, de ahí el reclamo del Banco de España de dar un buen uso a los mismo para que repercuta en la inversión privada y contribuya a la evolución económica en los próximos años.
Según se desprende del artículo ‘La respuesta de la inversión privada a un incremento de la inversión pública’, publicado este miércoles por el organismo que encabeza Pablo Hernández de Cos, el efecto de la inversión pública sobre la actividad económica dependerá, entre otros factores, de su efecto sobre la inversión privada, cuyo signo es, a priori, “ambiguo”.
Pese a ello, el organismo señala algunos ejemplos de inversiones públicas dinamizadoras de la productividad del sector privado. Entre ellas, menciona la creación de infraestructuras y las mejoras en las comunicaciones, que tienden a alentar la inversión privada, así como la inversión pública en bienes intangibles, que suele dar pie a proyectos privados de gasto en I+D.
El Banco de España recuerda que desde la crisis de 2008, el peso de la inversión pública en el PIB ha disminuido significativamentetanto en España como en otros países del área del euro. Esta caída ha afectado negativamente a la acumulación del capital público y hasido especialmente notable en sectores con una alta depreciación, como el de los activos inmateriales (que incluye software e I+D).
No obstante, el organismo apunta a que esta tendencia se ha detenido recientemente, debido a que, como respuesta a la crisis sanitaria, se ha impulsado este componente del gasto. Además, el organismo ha anticipado que dicho componente se verá potenciado en el país por los fondos europeos recibidos en el marco del plan Next Generation EU (NGEU).