MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
UGT ha advertido de la “competencia desleal” que considera que ejercen empresas como Ouigo e Iryo, al ofrecer precios “irreales” para un modelo ferroviario sostenible, y teme que terminarán poniendo en riesgo la viabilidad futura de Renfe.
El sindicato se suma así a las críticas que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, lleva vertiendo durante las últimas semanas sobre las nuevas empresas ferroviarias que compiten con Renfe por ofrecer precios muy bajos y arrastrar a la pública.
UGT destaca que Ouigo e Iryo “llevan años acumulando pérdidas millonarias”, que se mantienen financieramente con los impuestos de los ciudadanos franceses–en el caso de Ouigo– e italianos–en el caso de Iryo–, al ser ambas empresas públicas al 100% en la primera y al 45% en la segunda.
“Estas pérdidas, además, se producen ofreciendo la empresa un servicio muy deficiente, sin ningún soporte físico de atención al cliente, con peores condiciones al viajero y una gestión de devoluciones lamentable. A esto habría que añadir la nula voluntad de generar empleo o contribuir fiscalmente, al tener la mayoría de su material alquilado”, señalan desde el sindicato.
UGT también denuncia las mayores incidencias y desgaste de la infraestructura ferroviaria, lo que genera una mayor demanda en su mantenimiento que no está siendo satisfecha, con más inversión y gasto a costa del erario público “para que dos empresas extranjeras puedan prestar un lucrativo servicio que no está generando valor económico ni social en el país”.
“Una vez eliminada del tablero nuestra empresa pública, el sistema ferroviario nacional quedará expuesto a merced de empresas estatales extranjeras con sus propios intereses, que poco o nada tendrán que ver con el interés general de los ciudadanos españoles”, insiste el sindicato.
A pesar de las críticas del ministro y ahora de UGT, la entrada de la competencia ha supuesto un revulsivo en la movilidad de los ciudadanos españoles, que se han visto atraídos por los bajos precios, permitiendo así incrementar hasta en un 42% los viajeros de alta velocidad respecto a 2019, cuando solo operaba Renfe, con el ahorro en emisiones contaminantes que eso supone frente al uso del avión o el coche.