Por primera vez, Ucrania reconoce un ataque con armas occidentales en territorio ruso, tras recibir el permiso de sus aliados. El objetivo militar situado dentro de la Federación Rusa ha sido un sistema antiaéreo S-300, según la viceministra ucraniana para la Reintegración de los territorios ocupados, Irina Vershchuk. “Primeros días después del permiso para utilizar armas occidentales contra territorio enemigo”, ha agregado la viceministra en su cuenta de Facebook.
Al principio de la guerra, los socios de Kiev le prohibieron atacar dentro del territorio ruso por temor a las posibles represalias de Moscú; la limitación no incluía los territorios ucranianos ocupados por Rusia. Tras el avance ruso hasta Jarkov, los aliados decidieron dar un paso en este sentido para neutralizar los ataques golpeando sistemas de misiles, aviones o concentraciones de tropas.