
Mientras Ucrania entra en el cuarto año de la invasión rusa a gran escala, el presidente Volodimir Zelenski se enfrenta a un dilema sin alternativas fáciles. Con el respaldo de Estados Unidos tambaleándose debido a la postura cambiante de Donald Trump, el líder ucraniano debe decidir entre continuar la lucha con el apoyo limitado de Europa o aceptar un posible acuerdo dictado por Trump y su reciente acercamiento al presidente ruso, Vladímir Putin.
Un frágil equilibrio entre la diplomacia y la resistencia
Durante meses, Zelenski ha intentado equilibrar sus esfuerzos entre mantener el respaldo internacional y abordar la postura de Trump, quien ha prometido una rápida resolución al conflicto. Sin embargo, esta estrategia se volvió más complicada cuando Trump entabló contacto telefónico con Putin sin informar previamente a Zelenski o sus aliados.
Las esperanzas de un respaldo estadounidense parecieron disiparse aún más cuando Trump adoptó la narrativa del Kremlin y calificó a Zelenski como un “dictador” en una publicación en redes sociales, instándolo a negociar rápidamente con Rusia para evitar la destrucción total de Ucrania. En un discurso posterior, Trump acusó a Zelenski de prolongar la guerra, ignorando la devastación y las pérdidas humanas que su país ha sufrido.
Reacciones internacionales y el impacto en la guerra
Las declaraciones de Trump generaron una reacción inmediata tanto en el Congreso de EE.UU. como en Europa. Mientras algunos legisladores estadounidenses consideraron sus palabras como una traición a Ucrania, líderes europeos, como el primer ministro polaco Donald Tusk, advirtieron sobre las consecuencias de una capitulación forzada de Ucrania. “Una rendición ucraniana significaría la derrota de toda la comunidad occidental”, afirmó Tusk en redes sociales.
A pesar de la indignación internacional, no hubo medidas concretas para frenar el acercamiento de Trump a Rusia. El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Mike Waltz, defendió la estrategia de Trump en una entrevista con Fox News, argumentando que era necesario hablar con ambas partes para lograr una negociación. Sin embargo, la ausencia de Ucrania y sus aliados europeos en las conversaciones en Arabia Saudita entre funcionarios estadounidenses y rusos generó preocupación.
La dependencia de Ucrania en el apoyo de EE.UU.
A pesar de haber desarrollado el ejército más grande y capacitado de Europa, después del ruso, Ucrania sigue dependiendo de EE.UU. para recibir inteligencia, armamento y apoyo financiero. Si bien los aliados europeos han contribuido con armamento, no cuentan con la capacidad industrial y militar necesaria para sustituir a EE.UU. en el apoyo a Ucrania. “Seamos honestos: sin EE.UU. nos será muy difícil”, admitió el general Kyrylo Budanov, jefe de la inteligencia militar ucraniana, en una entrevista reciente.
Tensiones por los recursos de Ucrania
El enfrentamiento entre Trump y Zelenski también tiene un componente económico. Trump habría intentado presionar a Ucrania para que cediera a EE.UU. una parte sustancial de sus recursos minerales a cambio de apoyo financiero. Sin embargo, Zelenski rechazó la propuesta, argumentando que carecía de detalles concretos y no representaba una “conversación seria”.
Trump no tardó en responder, acusando al gobierno ucraniano de “romper” un acuerdo que nunca se firmó. Su ataque se alineó con las críticas recientes de figuras como Tucker Carlson y Elon Musk, quienes han cuestionado la gestión de Zelenski en redes sociales y programas de opinión.
Un futuro incierto para Ucrania
Incluso antes de esta escalada, la relación entre Trump y Zelenski había sido conflictiva. El primer juicio político contra Trump en 2019 se originó tras una llamada en la que presionó a Zelenski para que investigara a Joe Biden y su hijo Hunter, reteniendo temporalmente casi 400 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania.
Ahora, con Trump alineándose más con la narrativa del Kremlin, el futuro de Ucrania pende de un hilo. La posibilidad de que EE.UU. abandone su apoyo a Kiev podría alterar drásticamente el curso de la guerra y la seguridad en Europa. Mientras Zelenski se prepara para reunirse con el representante especial de EE.UU., Keith Kellogg, el destino de Ucrania sigue en juego en un tablero geopolítico cada vez más complejo.