
La inminente imposición de nuevos aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, será más selectiva de lo que inicialmente se preveía, según han revelado asesores y aliados cercanos. Esta estrategia podría aliviar la incertidumbre en los mercados, que han mostrado preocupación ante la posibilidad de una guerra comercial generalizada.
Anuncio de “Día de la Liberación” y aranceles recíprocos
Trump planea hacer un anuncio el próximo 2 de abril, denominado el “Día de la Liberación”, en el que presentará aranceles recíprocos en respuesta a las barreras comerciales impuestas por otros países, incluidos aliados históricos de Estados Unidos. Aunque esta medida representa una expansión significativa de los aranceles estadounidenses, se espera que tenga un enfoque más preciso en lugar de ser una acción global indiscriminada.
Un enfoque dirigido a ciertos países
Los nuevos aranceles se aplicarán a determinados países o bloques comerciales, aunque algunos quedarán exentos. Sin embargo, la administración de Trump no prevé, por el momento, imponer aranceles sectoriales específicos en la misma ocasión. Aun así, las medidas tendrán un impacto inmediato, con tasas que entrarán en vigor de inmediato, lo que podría tensar aún más las relaciones con países aliados y provocar represalias comerciales.
Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, solo los países que no imponen aranceles a Estados Unidos y con los que EE.UU. mantiene un superávit comercial quedarán exentos de las nuevas tarifas. Como en muchas de las decisiones políticas de Trump, la situación sigue siendo volátil y podría cambiar hasta el último momento.
Recaudación de ingresos y reacciones del mercado
Trump ha defendido que estos aranceles podrían generar “decenas de miles de millones” en ingresos, e incluso un asesor afirmó que podrían alcanzar cifras de trágicos en una década. Sin embargo, el impacto de aranceles previos sobre China, México y Canadá ha generado nerviosismo en los mercados y en la propia Casa Blanca, que mide el éxito de Trump en parte por el comportamiento de los índices bursátiles.
En los últimos días, varios funcionarios han señalado que la lista de países afectados no será universal y que los aranceles a sectores como el acero podrían no ser acumulativos, lo que reduciría el impacto en esas industrias. Trump ha reiterado su interés en las medidas recíprocas, lo que supone un cambio respecto a su idea inicial de aplicar aranceles generales a una tasa uniforme.
Los principales objetivos y el impacto en la economía
A pesar de ser más limitado en alcance, este nuevo paquete de aranceles representa un esfuerzo más amplio que en su primer mandato y pondrá a prueba la tolerancia de los mercados ante nuevas incertidumbres y costos de importación. Aunque no ha detallado los países afectados, en ocasiones anteriores ha mencionado a la Unión Europea, Canadá, México, Japón, Corea del Sur, India y China como principales infractores de las reglas comerciales.
Funcionarios cercanos a Trump han expresado que los aranceles a sectores específicos como el automotriz, semiconductores, productos farmacéuticos y madera podrían anunciarse en otro momento. En el caso de la industria automotriz, la posibilidad de postergar estos aranceles podría ser un alivio, ya que evitá que las empresas enfrenten varias olas de tarifas que podrían afectar sus cadenas de suministro.
Posibles reducciones de aranceles y el grupo de los “sucios 15”
También existe la posibilidad de que en el evento del “Día de la Liberación” se anuncien reducciones de aranceles, aunque esto aún no está confirmado. En el pasado, Trump impuso aranceles a Canadá y México por no frenar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, pero luego los redujo de manera significativa. Actualmente, algunos de estos aranceles están en pausa y podrían ser eliminados o reemplazados por tarifas recíprocas.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, indicó recientemente que las tarifas sobre el acero y el aluminio podrían no acumularse sobre las tarifas por país, lo que reduciría la carga total sobre ciertos sectores. Además, mencionó que aproximadamente el 15% de los países comercian de manera desleal con EE.UU., denominándolos como los “sucios 15”.
Un instrumento para incentivar inversiones en EE.UU.
La estrategia de Trump busca no solo proteger la economía estadounidense, sino también atraer nuevas inversiones al país y generar ingresos adicionales que puedan compensar posibles recortes de impuestos.
Sin embargo, economistas han advertido que los aranceles podrían no reducir significativamente el déficit comercial y podrían provocar inflación o un enfriamiento de la economía. Estudios previos han demostrado que, si bien los ingresos aduaneros de China aumentaron tras la imposición de aranceles en 2018, estos alcanzaron su pico en 2022 y disminuyeron drásticamente en 2023.
A medida que se acerca el 2 de abril, el panorama sigue siendo incierto. Trump ha demostrado ser impredecible en la implementación de sus políticas comerciales, lo que mantiene a inversores, empresas y gobiernos extranjeros en vilo. Lo que está claro es que su visión proteccionista sigue siendo una piedra angular de su estrategia económica, y la nueva ola de aranceles podría marcar un punto de inflexión en el comercio internacional.