También apunta que entre 2019 y 2022 se produjo una caída de las citas cercana a los 3,6 millones por la exigencia de cita previa
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Un informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas ha concluido que el rendimiento de las personas que teletrabajan en la Agencia Tributaria es similar al del trabajo presencial y que existe un “elevado índice de disponibilidad” para trabajar en remoto.
Estas son las principales conclusiones que deja un documento del Tribunal sobre el sistema de teletrabajo en la Agencia Tributaria, que se generalizó con la pandemia en 2020. La intención del Tribunal de Cuentas con este informe era analizar el impacto del teletrabajo en una entidad administrativa relevante como la AEAT, por la relevancia de la gestión tributaria, su relación con los contribuyentes y el elevado número de empleados a su servicio.
La Agencia tiene en torno a 25.000 empleados de los cuales, según la fiscalización, el 77% se acogió al teletrabajo en 2021 y el 79% en el 2022. Durante la pandemia el porcentaje de días de teletrabajo fue del 100% de la jornada ordinaria, pasando al 20% en junio del 2020, que es cuando terminó el estado de alarma.
Eso sí, el trabajo a distancia en la Agencia Tributaria ya había comenzado con anterioridad a la pandemia y, de hecho, en 2021 la entidad tenía un sistema “novedoso” de evaluación mensual de teletrabajo. “Los datos muestran un elevado índice de disponibilidad del 99% por parte del personal. En el 91% el rendimiento se consideró similar al presencial, en el 4% mayor y en el 5% inferior”, remarca el informe.
24,5 MILLONES DE GASTO POR EL TELETRABAJO
En términos de costes y ahorros derivados del teletrabajo, el importe del gasto considerado por la agencia como asociado al trabajo en remoto entre 2020 y 2022 ascendió a 24,5 millones de euros, si bien el Tribunal de Cuentas dice que la cifra no se corresponde en su totalidad al trabajo en remoto, pues ahí se incluyen inversiones para la renovación habitual de equipos y con la nueva concepción del puesto de trabajo que la agencia está implementando.
Asimismo, se han apreciado “disminuciones considerables” del consumo energético en la entidad y del gasto correspondiente entre 2020 y 2022 con respecto a 2019, aunque no ha sido posible discriminar en qué medida dicho resultado es atribuible al teletrabajo, debido a las múltiples circunstancias concurrentes con su implantación, como los factores climatológicos, las restricciones en el uso de los edificios o la variación en las tarifas de electricidad y gas.
PERO TAMBIÉN HAY DEBILIDADES
El documento elaborado por el organismo fiscalizador también detecta algunas debilidades del trabajo en remoto en la agencia, como la omisión de las evaluaciones de un 22% de teletrabajadores, la inexistencia de un procedimiento de análisis de los resultados de la evaluación realizada que permita adoptar las medidas de corrección oportunas y la aplicación de criterios heterogéneos en lo que puede ser el mayor o menor rendimiento en el teletrabajo.
Por otro lado, la fiscalización apunta que entre 2019 y 2022 se produjo una caída de las citas cercana a las 3,6 millones, principalmente por la exigencia general de solicitar cita previa.
El informe también ha examinado la distribución por género de los teletrabajadores, resultando que el porcentaje de mujeres con teletrabajo era un 15% superior al de los hombres, por lo que el Tribunal de Cuentas recomienda a la Agencia Tributaria a profundizar en su política de promoción de la igualdad, favoreciendo la distribución equitativa entre géneros de los cuidados y del doméstico no remunerado y prestando atención a situaciones de especial vulnerabilidad.
Por último, el organismo fiscalizador aconseja “continuar trabajando en la mejora de sus instrumentos de planificación por objetivos y de evaluación del rendimiento de sus empleados, así como fortalecer el sistema de atención presencial al contribuyente”.