La tripulación de un barco ruso en el mar Báltico habría disparado munición de señal contra un helicóptero militar alemán este miércoles, según informó la agencia de noticias DPA. El helicóptero, que estaba en una misión de reconocimiento, fue atacado con este tipo de munición, utilizada generalmente en situaciones de emergencia, aunque también puede interpretarse como un acto hostil.
La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, comentó brevemente el incidente durante la reunión de la OTAN en Bruselas, aunque evitó dar más detalles. En la red social X, Baerbock afirmó que Rusia estaba intensificando sus ataques híbridos en el mar Báltico, lo que había llevado a la OTAN a reforzar la vigilancia y protección de infraestructura en la región. Además, recordó que en noviembre un cable submarino de datos que conecta Alemania con Finlandia sufrió daños significativos en el mismo mar. Según Baerbock, el presidente ruso, Vladimir Putin, “está atacando nuestro orden de paz mediante ataques híbridos”.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio de Defensa no pudo confirmar los informes sobre el incidente entre el helicóptero alemán y el barco ruso.
¿Sabotaje o trabajos de construcción?
En noviembre, dos cables submarinos adicionales —uno entre Finlandia y Alemania, y otro entre Suecia y Lituania— resultaron dañados en menos de 24 horas. Este hecho llevó al ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, a señalar que se presumía un sabotaje como causa probable. A raíz de estos incidentes, Suecia, Alemania y Lituania iniciaron investigaciones criminales centradas en el granelero chino Yi Peng 3, que había partido del puerto ruso de Ust-Luga el 15 de noviembre.
Por otro lado, Finlandia informó este martes que la ruptura de dos cables de fibra óptica terrestres no se debía a un acto delictivo, sino a trabajos de construcción. Aunque la policía y las autoridades nórdicas han estado en alerta máxima tras las recientes violaciones de cables submarinos en el mar Báltico, que suscitaron sospechas de sabotaje, los daños más recientes parecen ser de origen accidental.
Según un comunicado de la policía finlandesa, “no hay motivos para sospechar actividad delictiva en los dos incidentes de daños a los cables”. La ministra de Transporte y Comunicaciones, Lulu Ranne, respaldó esta evaluación, al igual que Traficom, la agencia gubernamental de comunicaciones. Ambos cables terrestres fueron reparados este martes por la tarde, según informó Traficom.
Aumento de tensiones
El 18 de noviembre, horas después de que dos cables de comunicación fueran cortados en el Mar Báltico, 30 buques de la OTAN y 4000 militares se desplazaron a la misma zona para realizar uno de los ejercicios navales más grandes del norte de Europa. El simulacro, denominado “Freezing Winds”, tuvo una duración de 12 días y fue parte de un esfuerzo por reforzar la protección de la infraestructura de la alianza defensiva transatlántica en aguas que transportan el 15% del tráfico marítimo mundial y que son cada vez más vulnerables a posibles ataques.
El mar Báltico, que está rodeado por ocho países de la OTAN y Rusia, ha sido escenario de varios incidentes desde 2022, cuando Rusia invadió Ucrania. Desde entonces, se han registrado al menos tres eventos de posible sabotaje que afectan a los aproximadamente 40 cables de telecomunicaciones y los gasoductos críticos que atraviesan su lecho marítimo, relativamente poco profundo.