Claves del día de Jose Antonio Vizner
Donald Trump lo ha vuelto a hacer. Su nueva ofensiva comercial ha sacudido la economía global y ha puesto en jaque a Europa. Sus amenazas arancelarias han generado un clima de incertidumbre en los mercados financieros, provocando desplomes en las bolsas y dando lugar a lo que muchos ya llaman un “Lunes Negro”. Una vez más, el proteccionismo de Trump pone al mundo en alerta, y los efectos de su política no tardan en sentirse.
El impacto de estas medidas es innegable. Desde México hasta Canadá, pasando por China y la Unión Europea, las repercusiones a corto y largo plazo son motivo de preocupación. ¿Cómo responderán los países europeos ante esta presión? Esa es la gran pregunta. Lo cierto es que estamos ante un escenario de creciente volatilidad en el que los inversores deben moverse con cautela.
Los informes recientes no dejan lugar a dudas: el dólar ha golpeado al euro con fuerza, y la paridad entre ambas divisas se ve comprometida. La renta variable también se ha visto afectada, y todo esto por la misma imagen que ya se ha vuelto recurrente: Donald Trump firmando la imposición de nuevos aranceles. Estados Unidos pasa de un papel globalista a uno proteccionista, y las consecuencias ya se reflejan en los mercados. El Nasdaq ha comenzado a registrar caídas ante estas políticas restrictivas, y no es el único.
El oro y la plata, que tradicionalmente sirven como refugio en tiempos de incertidumbre, también han mostrado signos de debilidad. Sorprendentemente, el oro, que debería actuar como escudo frente a la inflación, ha registrado caídas, lo que sugiere que los inversores ya habían descontado este movimiento. Los diferenciales a corto plazo muestran una tendencia a la baja, y el dólar se mantiene en torno a los 110 puntos, mientras que el euro sigue su descenso.
Pero la incertidumbre no termina ahí. No solo los aranceles mantienen en vilo a los inversores, sino que también lo hace el dato de empleo en Estados Unidos, que se publicará este viernes. Un dato alto podría desatar otro desplome en los mercados y convertir el final de la semana en un auténtico “Viernes Negro”. Ni siquiera bitcoin ha podido escapar del pesimismo y ha registrado caídas significativas.
En medio de todo esto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha lanzado un dardo a Europa. En una reciente entrevista, afirmó que las élites europeas luchan por adaptarse al regreso de Trump y que, en última instancia, Europa tendrá que “mover el rabo” ante las decisiones del presidente estadounidense. Con esta declaración, deja claro que considera a Europa un actor secundario en el tablero global.
Lo que está ocurriendo no es una simple fluctuación de los mercados. Estamos ante un cambio de paradigma, uno en el que el proteccionismo de Trump redefine las relaciones comerciales y económicas a nivel mundial. Las próximas semanas serán clave para entender hasta dónde llegará este nuevo episodio de tensiones comerciales y qué impacto real tendrá en la economía global. Por ahora, lo único seguro es la incertidumbre.