Telefónica celebrará este viernes su junta de accionistas ordinaria con un orden del día en que destaca la reelección como consejero de José María Álvarez-Pallete, presidente de la compañía, por otros cuatro años y la aprobación de un nuevo plan de incentivos a directivos a cinco años.
Los accionistas de Telefónica deberán decidir si renuevan su confianza en el presidente de la compañía, algo que se da por descontado pese a las recomendaciones cruzadas que han llegado desde los principales ‘proxy advisors’.
Junto a Álvarez-Pallete, también debe votarse la continuidad como consejeros independientes de Carmen García de Andrés (presidenta de la Fundación Tomillo) y Francisco José Riberas (presidente de Gestamp) y la del dominical Ignacio Moreno Martínez (presidente de Metrovacesa).
La aprobación de las remuneraciones al Consejo de Administración, las cuentas del ejercicio anterior, así como la reforma del reglamento de la propia Junta para facilitar la celebración del evento de forma telemática estarán también en el orden día.
Del mismo modo, los accionistas también deberán pronunciarse sobre la reelección de PwC como auditor del grupo, así como la amortización de más de 82 millones de acciones en autocartera y el ‘scrip dividend’ o dividendo flexible de 0,30 euros por título.
UN PLAN DE INCENTIVOS PARA MÁS DE 800 DIRECTIVOS
Asimismo, la Junta también deberá dar su parecer sobre el plan de incentivos a directivos para el periodo entre 2021 y 2025 que beneficiaría de forma inicial a un plantel de hasta 809 dirigentes de la firma con una cantidad máxima de 200 millones de euros.
Las ganancias de los altos cargos con este plan se decidirían en un 50% por la creación de valor al accionista, en un 40% por su capacidad de generar caja y en un 10% por el cumplimiento de los compromisos de emisión de CO2 de Telefónica.
Los incentivos se otorgarán, en caso de cumplir los objetivos en ciclos de tres años, con lo que el plan no se empezaría a cobrar hasta 2024, cuando se auditen las cuentas de 2023 y los directivos puedan optar a sus primas del ciclo, que comenzaría este año en caso de aprobación.
Estos beneficios se otorgarán siempre que la creación de valor de Telefónica se sitúe en la mediana que marcará un panel de empresas del sector de las telecomunicaciones, entre las que se encuentran Vodafone, BT y Orange, por ejemplo.
En caso de situarse en la media, cobrarán un 15% del incentivo, mientras que si se sitúa en el tercer cuartil o superior se calculará un porcentaje para determinar cuánto recibe cada directivo, mientras que los objetivos relacionados con el flujo de caja los marcará el Consejo de Administración a comienzos de cada ciclo.
Los consejeros ejecutivos podrían ganar como máximo al final de cada uno de los tres ciclos el equivalente al 250% de su retribución anual fija, que en el caso de Álvarez-Pallete serían más de 1,36 millones de títulos y en caso del consejero delegado, Ángel Vilá, 1,13 millones.
Las acciones entregadas además supondrían como máximo el 0,45% del capital social de Telefónica.
UN INTENSO 2021
La reunión de los accionistas llega tras un comienzo de año intenso para la firma española, que se ha visto involucrada en numerosas operaciones corporativas que poco a poco van materializándose.
Tras la aprobación provisional de la fusión en Reino Unido de O2 con Virgin Media, se espera que en el próximo mes las autoridades de competencia europeas se posicionen sobre la venta del 60% de la fibra óptica en Chile a KKR y sobre la creación de una empresa conjunta para el despliegue de redes de este tipo en Brasil con Caisse de Dépôt et placement du Québec (CDPQ).
Asimismo, el Gobierno también debe aprobar la venta de las torres de Telxius en Europa y Latinoamérica a American Tower.
En el horizonte cercano también asoma la puja por el espectro de 700Mhz, la banda prioritaria para el despliegue del 5G, en la subasta española que se espera que dé el pistoletazo de salida antes del verano.
Tras años en que el precio de la acción se ha resentido, el equipo gestor de Telefónica acudirá a la junta con un alza acumulada en lo que va de año que, a cierre del mercado el miércoles, ascendía al 14,11%.
Cada acción de la multinacional española vale 3,7 euros, pero los analistas de Bloomberg le dan un precio objetivo de 4,74 euros.