La zona euro ha visto cómo la inflación se acelera más de lo previsto hasta el 2,6% en mayo, frente al 2,4% en abril y superior a lo que se esperaba, un 2,5%. El IPC subyacente, que excluye componentes volátiles como energía y alimentos, sube dos décimas, desde el 2,7% al 2,9%, también por encima de lo previsto. Los malos datos ensombrecen las perspectivas...