Soy un apasionado de la industria y ya sabemos que el enamoramiento puede llevarnos a cierto romanticismo trasnochado, así como a ceguera temporal y parcial. Lo asumo y es por eso que declaro a los cuatro vientos que mis opiniones son sólo eso, opiniones muchas veces basadas en mi experiencia personal, otras en el estudio concienzudo (o quizás no tanto, camarón), en la observación...