Cumplimos el año 2022 sin desequilibrios significativos, con un amplio margen de seguridad para el sistema financiero, manteniendo la estabilidad macroeconómica. Y todo ello determinó nuestra capacidad para soportar la fase aguda de la crisis en los primeros meses. Para hacer frente a los desafíos, se requiere una reestructuración de la economía. Esta reestructuración, por supuesto, también afectará al sector financiero, que debe reorientarse...