El nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, ha puntualizado que depende de Kiev decidir cómo utiliza los misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido, sugiriendo que sus fuerzas podrían atacar objetivos dentro de Rusia, aunque ha añadido que la ayuda proporcionada era “para fines defensivos” y los misiles de largo alcance deberían “utilizarse obviamente de acuerdo con el derecho internacional humanitario, como es de esperar”.
La respuesta del Kremlin no se ha hecho esperar: el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, asegura que Moscú considera “irresponsable” la supuesta declaración del nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, sobre el uso de armas británicas por parte de Ucrania para atacar a Rusia. Sin embargo, Peskov afirmó que el Kremlin “aún no ha visto” la declaración de Starmer, pero señaló que marcaría un paso hacia una grave escalada. El portavoz asegura que Moscú lo estudiará todo y tomará las medidas adecuadas.
Ya en el mes de mayo, el entonces ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron, dijo que Ucrania tiene derecho a utilizar armas británicas para atacar territorio ruso; y Rusia consideró, en aquel momento, que las declaraciones de Cameron eran “peligrosas”.