MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
S&P Global Ratings ha comunicado este miércoles que ha elevado el ‘rating’ a largo plazo de Siemens a ‘AA-‘ desde la ‘A+’ con perspectiva estable y ha confirmado en ‘A-1+’ el de corto plazo dada la “transformación exitosa” tras centrarse en mejorar sus márgenes en mercados de relevancia, por la inercia positiva que le aporta la creciente digitalización y descarbonización, así como por las desinversiones acometidas en negocios que arrojan menos rentabilidad o son más volátiles.
En este sentido, a pesar de las “notables desinversiones o spin-offs”, el grupo ha mantenido sus economías de escala y su elevada diversificación en comparación con sus principales competidores de la categoría ‘A’.
Según S&P, la transformación ha desembocado en una mejora estructural y una mayor resiliencia de la rentabilidad y de la generación de ‘cash flow’, con unos márgenes de resultados brutos de explotación (Ebitda) ajustados por S&P que superan el 17% y un flujo de caja libre operativo de más de 8.000 millones de euros en el ejercicio fiscal 2023.
Además, Siemens pretende mantener un margen de maniobra “considerable” por debajo de su umbral de deuda sobre Ebitda con arreglo a una política financiera “conservadora”, lo que se traduce en unos indicadores crediticios “muy sólidos”, con unos fondos procedentes de las operaciones (FPO) sobre deuda superiores al 60% en 17 de los últimos 20 años.
De su lado, la perspectiva estable refleja la opinión de la agencia de calificación de que los resultados operativos de Siemens seguirán siendo vigorosos, de modo que el margen de Ebitda ajustado por la agencia se mantendrá en el 17% o por encima de este valor y la relación entre FFO y deuda se quedará por encima del 45%, con un margen de maniobra “muy amplio”.
En cuanto a revisiones del ‘rating, S&P podría rebajarla si las métricas crediticias de Siemens caen por debajo de sus estimaciones, de forma que el FFO sobre la deuda descienda por debajo del 45% y su margen de Ebitda se sitúe de manera estructural por debajo del 17%.
Por el contrario, la posibilidad de una mejora es “muy limitada”, dado que el Ebitda debería superar el 20% y el FPO sobre la deuda debería hacer lo propio hasta el 60%.