Lewis Grant, gestor principal de Cartera de Renta Variable Global de Federated Hermes Limited
La inflación rígida, los tipos más altos durante más tiempo y el aumento de las tensiones geopolíticas pueden esperar: los esperadísimos resultados de Nvidia han hecho saltar por los aires las expectativas más elevadas. Hablar de la próxima revolución industrial da rienda suelta a la imaginación. Puede que sea necesaria una buena dosis de realismo cuando los inversores busquen beneficiarios de tercer o cuarto orden para la IA, pero las cifras hablan por sí solas. Aunque la monetización actual de la IA se sitúa firmemente en el espacio de las infraestructuras, es difícil negar que las bases están sentadas para crear algo especial. Sin embargo, hay que ser prudentes: no todos los desarrollos de IA cambiarán el mundo y la industria. Por cada aplicación revolucionaria de la IA habrá diez que serán meras vueltas de tuerca.
Orla Garvey, gestora senior de Cartera de Renta Fija de Federated Hermes Limited
Esta semana se confirmó que el 4 de julio se celebrarán elecciones generales en el Reino Unido. Aunque unas elecciones anticipadas en el Reino Unido siempre fueron un riesgo potencial, el adelanto ha sorprendido ya que el Partido Conservador no ha avanzado en las encuestas recientemente y ahora va perdiendo por unos 20 puntos. Sin embargo, si asumimos que el debate de las próximas semanas se centrará en cómo el Partido Conservador ha conseguido que la inflación vuelva casi al objetivo del Banco de Inglaterra, y con la economía recuperándose ligeramente tras la recesión técnica que vimos a finales del año pasado, el momento tiene más sentido.
Las encuestas actuales sugieren que tendremos un gobierno laborista en verano y que Keir Starmer será el nuevo Primer Ministro, sin embargo, muchas cosas pueden cambiar de aquí a entonces y no podemos descartar completamente el riesgo de un parlamento indeciso. No hay una gran diferencia entre los partidos en cuanto al impacto sobre el crecimiento; un gobierno laborista probablemente vería revisado al alza el crecimiento potencial, pero estaría sujeto al mismo margen fiscal limitado que los conservadores.
En cuanto a la política monetaria, el Banco de Inglaterra es políticamente independiente, y en cuanto a su próximo movimiento probablemente se preocupará más de lo que digan los datos que del momento de las elecciones. La reunión de política monetaria de junio se celebra 14 días antes de las elecciones británicas. Tras la lectura del IPC del Reino Unido de esta semana, la probabilidad de un recorte en junio ha caído casi a cero, mientras que un recorte de tipos en agosto es del 50/50 y en septiembre en torno al 80%. La publicación del presupuesto tras las elecciones también podría afectar a esta probabilidad, pero suponiendo que un gobierno laborista comience respetando los límites fiscales, el presupuesto no debería ser significativo.
Seguimos creyendo que el Banco de Inglaterra iniciará su ciclo de relajación a finales de este año, la mayor incertidumbre en torno a las elecciones y la trayectoria presupuestaria bajo un posible gobierno laborista probablemente ejerza una presión cada vez mayor sobre la curva.