Bajo el lema ‘Ahora toca cumplir. Un país en deuda con su gente trabajadora’, CC.OO. y UGT han vuelto a tomar las calles de más de 70 ciudades españolas tras la celebración atípica del Día del Trabajador del año pasado, que estuvo marcada por la ausencia de movilizaciones en todo el país debido a las restricciones para hacer frente a la pandemia.
La manifestación de Madrid, que ha empezado en torno a las 12 de la mañana en Cibeles teñida de banderas de ambas organizaciones sindicales; ha vuelto a estar señalada por la pandemia, ya que la Delegación de Gobierno ha limitado su participación a 1.000 personas, lejos de los 3.000 que pedían las organizaciones sindicales. La marcha finalizará con la lectura del manifiesto en la Puerta del Sol.
Además de los secretarios generales de CC.OO., y UGT, ha asistido la vicepresidenta primera y ministra de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo; la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; la de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Según han confirmado ambas centrales sindicales, en este primero de mayo se debe poner en valor el mundo del trabajo y hacer un reconocimiento explícito a todas las personas trabajadoras que han formado parte de los servicios esenciales, “que en un momento tan complicado y en medio de una plaga de contagios, han estado al frente”.
Para ambas organizaciones sindicales, es imprescindible que el Gobierno ponga en marcha “de manera urgente” su agenda social pendiente y comprometida.
Esto, desde su punto de vista, pasa por “poner en primer lugar a las personas en las políticas de reconstrucción del país”. Por ello, ven urgente finalizar la negociación de las materias que quedaron pendiente con la llegada de la pandemia, como son la derogación de la reforma laboral, poner fin a la dualidad del mercado de trabajo o recuperar la ultraactividad de los convenios.
Pero también ven necesario poner coto a la temporalidad, negociar las medidas de flexibilidad interna frente al despido, apostar por un modelo público de pensiones y derogar la reforma del PP de 2013, mejorar las prestaciones por desempleo o renovar las políticas activas de empleo.
Tampoco dejan de lado la importancia que tiene la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) para este año. “Consideramos injustificable la negativa del Gobierno a subir el salario mínimo, que afecta a las personas más vulnerables, muchas de ellas trabajadoras de sectores esenciales”, han apostillado.