“Si Rusia se siente amenazado podría hacer uso de ataques nucleares tácticos”. Francisco Javier
Emiliano García Coso, profesor de Icade de derecho internacional y relaciones internacionales,
comenta sobre la tensión entre Rusia y la OTAN, destacando los movimientos de submarinos rusos cerca del mar de Irlanda como respuesta a la presencia de la OTAN en sus fronteras. Señala que tras la campaña de Putin en Ucrania, la importancia estratégica del mar Báltico ha cambiado, con la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, lo que puede bloquear la salida de la base naval de Kaliningrado. Rusia también busca interceptar comunicaciones submarinas, manteniendo su capacidad estratégica en la guerra submarina.
Enrique Refoyo, experto en geopolítica y doctor en geografía militar, señala que la tensión entre Rusia y la OTAN se traduce en una continua escalada de maniobras militares. Ambos lados muestran su capacidad militar para intimidar al otro. Enrique destaca que, aunque tanto Rusia como Estados Unidos continúan haciendo negocios, Europa no está viendo un beneficio tangible en términos de crecimiento económico o industrial, y sufre las consecuencias de esta dinámica de confrontación militar.
Francisco Javier Martínez López, analista internacional geopolítica y geoeconomía, resalta la percepción de amenazas por los movimientos de submarinos rusos, mencionando la obra de Emmanuel Todd para argumentar que el verdadero problema es el imperialismo estadounidense y los desequilibrios internos de Estados Unidos. Sostiene que la doctrina militar rusa ha cambiado debido al cerco de la OTAN, incluyendo ahora la posibilidad de ataques nucleares tácticos. Critica a las élites europeas por no representar los intereses de los ciudadanos y perpetuar políticas que no benefician a Europa, destacando la pasividad europea frente a agresiones como el sabotaje de los gasoductos Nord Stream.