En Business Connection, hemos entrevistado a Carme Artigas, Secretaria de Estado de digitalización e inteligencia artificial, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Con ella, hablamos de cómo serán las ciudades inteligentes y qué está haciendo el Gobierno para su desarrollo.
“Estamos en una transición de un modelo más industrial a otro del conocimiento, hacia la economía del dato”, ha explicado Artigas. En ese cambio de prototipo, es necesario renovar las infraestructuras: no solo los espacios o el diseño de las propias ciudades, sino la conectividad o las conexiones.
En ese sentido, Artigas considera que la pandemia ha acelerado ese proceso y que ha cambiado las prioridades de las personas. Pese a hablar de ‘smart cities’: “no será necesario vivir en una gran ciudad”, ha dicho. El teletrabajo y la tecnología permitirán conectar mejor los centros económicos con otras ciudades más pequeñas. España será un país “vertebrado” gracias a las conexiones y al 5G.
Las redes de última generación, según la Secretaria de Estado de Inteligencia Artificial, van, primero, a cambiar la industria y, segundo, a los ciudadanos. En ese sentido, es necesario que la administración pública se digitalice y también que los servicios públicos sean más personalizados y más similares a las experiencias de usuario de los consumidores.
En este ecosistema conectado, cargado de datos, la “obsesión” de Artigas es proteger la información y asentar las bases de la ética de la inteligencia artificial.
Por eso, el foco de las ‘smart cities’ se centra en las personas: “que las sociedades sean más inteligentes. Ese es el gran reto”, destaca Artigas. Aunque una ciudad inteligente implica una gestión o un transporte más eficiente, el fin debe ser cómo ese espacio puede impactar en los ciudadanos y su nivel socioeconómico.