MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Banco de Rusia ha decidido subir en 100 puntos básicos la tasa de referencia para sus operaciones, que pasará a situarse en el 9,50%, encadenando así ocho subidas consecutivas del precio del dinero en un intento de contener la escalada de la inflación, que ha superado las expectativas de la entidad, alimentada por el alza de la energía y las tensiones geopolíticas.
Con la subida acordada este viernes, el Banco de Rusia ha incrementado en 525 puntos básicos el tipo de interés de referencia para su política monetaria en menos de un año, ya que el pasado mes de marzo se situaba en el 4,25%. Asimismo, la institución ha dejado abierta la puerta a más subidas de tipos en los próximos meses.
“Si la situación se desarrolla de acuerdo con el pronóstico de referencia, el Banco de Rusia mantiene abierta la perspectiva de un mayor aumento de la tasa clave en sus próximas reuniones”, ha anunciado el banco central, subrayando que sus decisiones se tomarán teniendo en cuenta la inflación real y esperada, así como la evolución de la economía, los riesgos planteados por las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros.
El organismo presidido por Elvira Nabiullina ha señalado que la inflación se está desarrollando “sensiblemente por encima del pronóstico” del Banco de Rusia debido a una rápida recuperación de la actividad económica que alimenta las tensiones inflacionarias en los mercados mundiales de materias primas.
El pasado mes de enero, la tasa de inflación de Rusia alcanzó el 8,7% desde el 8,4% de diciembre de 2021, mientras que se estima que en febrero se situará en el 8,8%, frente a la meta del 4% del Banco de Rusia, que confía en que la subida de los precios se moderará a lo largo de 2022 para situarse entre el 5% y el 6% y volver a al entorno fijado en el objetivo en 2023.
De otro lado, la institución anticipa que el PIB ruso crezca entre un 2% y un 3% en 2022, con una expansión en 2023 de entre el 1,5% y el 2,5% y del 2 al 3% en 2024.
“El balance de riesgos se ha desplazado aún más hacia los riesgos proinflacionarios”, advierte el Banco de Rusia, señalando que se han intensificado los riesgos para la inflación en el corto plazo asociados a la volatilidad en los mercados financieros globales causada, entre otros factores, por diversos eventos geopolíticos, que pueden afectar las expectativas de tipo de cambio e inflación.
“Dada una mayor intensificación de la presión inflacionaria en la economía mundial, los bancos centrales de las economías avanzadas se ven obligados a implementar una normalización más rápida de la política monetaria. Esto puede convertirse en una fuente adicional de mayor volatilidad en los mercados financieros globales, especialmente en los mercados emergentes”, añade.