El Ministerio de Defensa ruso informó este martes que está preparando “acciones de respuesta” tras los recientes ataques realizados por Ucrania en la región de Kursk, Rusia, utilizando misiles de largo alcance ATACMS proporcionados por Estados Unidos. Según Moscú, ambos ataques se dirigieron contra posiciones de defensa aérea. En cada ocasión, uno o dos misiles lograron alcanzar sus objetivos, mientras que la mayoría fueron interceptados y derribados, según la versión rusa.
Rusia avanza en Ucrania al ritmo mensual más rápido desde hace dos años
Estas amenazas surgen en un momento crítico de la guerra con Ucrania, cuando el Ejército ruso ha logrado avances territoriales al ritmo más acelerado desde los primeros días de la invasión de 2022. Durante el último mes, Rusia ha tomado un área equivalente a la mitad del tamaño de Londres, según analistas y blogueros especializados en temas de guerra.
En los primeros meses de la invasión, a principios de 2022, las tropas rusas arrasaron amplias zonas de Ucrania, pero más tarde se vieron obligadas a retroceder hacia el este y el sur. Desde entonces, la línea del frente, que se extiende unos 1000 kilómetros, ha permanecido prácticamente estática durante dos años, hasta los últimos avances, a menor escala, que comenzaron en julio.
El avance gradual de Rusia se ha centrado en la región de Donetsk, con las fuerzas militares dirigiéndose hacia la ciudad de Pokrovsk, un importante centro de transporte estratégico, y hacia la ciudad de Kurakhove, una ciudad ubicada a 35 kilómetros al sur de Pokrovsk. Según analistas rusos, el Ejército ha adoptado una estrategia de cercar el territorio enemigo y luego atacarlo con artillería y bombas planeadoras, lo que ha permitido consolidar su control.
El estado mayor de las fuerzas armadas de Ucrania reportó en su actualización de este lunes que se estaban librando 45 batallas de diversa intensidad en la sección de Kurakhove de la línea del frente. Analistas rusos señalaron que, si las tropas de Rusia logran perforar las defensas ucranianas en esa área, podrían avanzar hacia el oeste, en dirección a la ciudad de Zaporizhia, y luego hacia Pokrovsk, lo que les daría un mayor control en la región.
Una fase crítica del conflicto
La guerra parece entrar en lo que algunos funcionarios rusos y occidentales describen como su fase más peligrosa, marcada por algunos de los avances territoriales más significativos logrados por Moscú en los últimos meses.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha señalado en repetidas ocasiones que el objetivo de Rusia son ocupar todo el Donbás, que incluye las regiones de Donetsk y Luhansk, además de expulsar a las tropas ucranianas de la región rusa de Kursk, que se encuentra bajo control ucraniano desde agosto.
Los funcionarios militares ucranianos reconocen han reconocido que la situación en el este es la más crítica del año. Zelensky ha atribuido esta difícil coyuntura a múltiples factores, incluidos retrasos de hasta un año en el equipamiento de las brigadas ucranianas, ocasionados en parte por la tardanza del Congreso estadounidense en aprobar un importante paquete de ayuda militar. Sin embargo, el presidente aseguró a principios de noviembre que nuevas reservas, equipadas con el equipo tan esperado, están entrando en acción: “Para detener al ejército ruso, llegarán nuevas reservas, equipadas con el equipo que hemos estado esperando durante tanto tiempo”, aseguró Zelensky.