Atribuye en parte las pérdidas registradas a la huelga de su plantilla y advierte de más ajustes si continúan las movilizaciones
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La empresa británica de paquetería y mensajería Royal Mail pretende recortar unos 10.000 empleos hasta el próximo mes de agosto como consecuencia de las pérdidas incurridas por la empresa, que atribuye estos resultados a las huelgas de la plantilla, según ha anunciado International Distributions Services, matriz del servicio de correos del Reino Unido, que calcula que llevará a cabo el despido de unos 6.000 trabajadores.
“Comenzaremos el proceso de consultas sobre el redimensionamiento del negocio en respuesta al impacto de la huelga, los retrasos en la consecución de las mejoras de productividad acordadas y los menores volúmenes de paquetes”, explicó la empresa.
En concreto, Royal Mail acometerá un ajuste de 5.000 empleos a tiempo completo para el 5 marzo de 2023, que alcanzará los 10.000 puestos de trabajo para finales de agosto de 2023, lo que puede suponer el despido de entre 5.000 y 6.000 empleados, mientras que el resto se alcanzarían no cubriendo bajas y reduciendo puestos temporales.
La compañía ha anunciado en un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, donde cotiza desde 2013, que en los seis primeros meses de su año fiscal registró pérdidas operativas ajustadas por importe de 219 millones de libras (252 millones de euros), frente al beneficio de 235 millones de libras (270 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio anterior, incluyendo un impacto adverso directo de 70 millones de libras (80 millones de euros) por las 3 jornadas de movilizaciones de su plantilla.
De este modo, Royal Mail estima para el conjunto de su año fiscal unas pérdidas operativas ajustadas de alrededor de 350 millones de libras (403 millones de euros), incluyendo el impacto directo e inmediato de los ocho días de movilizaciones realizadas o notificadas a la empresa, advirtiendo de que los ‘números rojos’ podrían aumentar hasta los 450 millones de libras (518 millones de euros) si las interrupciones llevan a los usuarios a hacer menos uso de los servicios.
En este sentido, la empresa advierte de que el sindicato Communication Workers Union (CWU) se plantea realizar otros 16 días de huelgas en noviembre y diciembre, aunque aún no ha notificado formalmente a Royal Mail sus planes.
“Si esto ocurre, las pérdidas para todo el año aumentarían materialmente y podría requerir una mayor reestructuración operativa y reducción de la plantilla”, señala la compañía, añadiendo que la situación puede conducir a un deterioro del valor contable del negocio de Royal Mail, por lo que insta a CWU a cancelar de inmediato la huelga planificada y aceptar la oferta de negociación para resolver la disputa actual.
“Estos resultados resaltan aún más la necesidad de un cambio significativo y urgente en Royal Mail con un mayor redimensionamiento del negocio y la modernización de las prácticas laborales”, defiende la empresa.