MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
El presidente de Natury, Francisco Reynés, ha afirmado que la transformación del sector energético está dirigida a una mayor electrificación, pero ha dejado claro que “descarbonizar la economía no es solo electrificarla”, y ha remarcado la importancia que juegan los gases renovables, entre los que está el hidrógeno, pero “antes y mucho más cerca”, el biometano.
Así lo ha señalado Reynés durante su intervención en el II Foro Económico Internacional del diario ‘Expansión’, donde ha aludido a todos los cambios que se están produciendo en la cadena de valor del sector energético, desde la generación, con la mayor apuesta por las renovables, el transporte, la distribución y la comercialización, poniendo al cliente en el centro.
Reynés ha reconocido que esta transformación está dirigida a una mayor electrificación, pero ha incidido en que “descarbonizar la economía no es solo electrificarla”, y que el compromiso con el medio ambiente debe ser “total”.
“Nuestro principal legado es dejar un mundo mejor y cuidar el medio ambiente. Pero no solo electrificando vamos a descarbonizar la economía. Hay sectores que no se pueden permitir la electrificación total”, ha ilustrado Reynés, para seguidamente remarcar la importancia que juegan los gases renovables, dentro de los cuales está el hidrógeno, “pero antes y mucho más cerca, el biometano, como principal exponente, que nos van a permitir ir abandonando gases de origen fósil para ir reduciendo la huealla de carbono”. “Hay que disociar el concepto de electrificar con descarbonización”, ha subrayado.
El presidente de Naturgy ha señalado que, según las previsiones de Bruselas, en 2050 más del 50% de utilización de energía será en forma de electricidad, lo que supondrá duplicar la aportación de esta energía en 30 años. “Pero no será la única fuente de energía que va a seguir existiendo en ese periodo”, ha señalado.
En opinión del directivo, los fondos europeos “no son el maná que todos esperamos”, porque hay una parte de financiación, pero también hay un componente necesario de coinversión por parte de las compañías. “Las que tengamos las finanzas más saneadas tendremos que dar un paso al frente para que puedan beneficiarse las que no tengan la misma posición inversora”, ha indicado.
Tras aludir a la transversalidad de la digitalización, que afecta a todos los sectores y que implica formación y predisposición para aceptar el cambio, ha remarcado la importancia de poner en valor a la empresa, cuyo papel no ha sido nada fácil en este periodo “tan convulso” que se inició desde el comienzo de la pandemia.
“Todas han demostrado, independientemente de su tamaño, que el compromiso ESG (medioambiental, social y de gobernanza) era una realidad, adoptando decisiones difíciles, como utilizar la pandemia como motor para apoyar a clientes, proveedores y plantillas y potenciar el nivel de inversión. Esto es lo que es una empresa. Es un compromiso social, es como me gustaría que nos viera el mundo económico y la opinión pública: personas comprometidas en crear bienestar para todos, incluyendo accionistas, y garante de que esta transición se puede llevar a cabo”, ha concluido.