¿Qué pasa en Alemania? Así se hunde la economía de la gran locomotora y esto se espera para 2025
La fotografía de la economía Alemania frente al DAX refleja una diferencia bestial. Hay un decoupling entre el PIB alemán y lo que cotiza su mercado. El inversor está viendo algo positivo en la economía de Alemania o, algo pasa. El movimiento desde 2004, es un movimiento muy cercano a lo que ocurre cuando hay una burbuja. Venimos de la crisis, donde se alinean mercado y economía, pero luego se desalinean para el entorno de la crisis financiera.
Después, a Alemania le cuesta salir, pero a partir de 2011 sube con fuerza. Antes del coronavirus, ya veíamos una fotografía complicada de la economía alemana, sobre todo en términos de crecimiento, pero también inflacionarios. Hubo un movimiento de reducción del mercado, pero no terminó de explotar. Llega el coronavirus, la salida del COVID, y el impacto de la guerra de Ucrania, lo que provocó una caída del mercado. Fíjense cómo la economía se mantiene en una trayectoria continua, mientras que el mercado parece estar haciendo una montaña rusa.
Sin embargo, debemos tener cuidado con la fotografía que nos marca el camino de Alemania. Un informe de Candriam sobre la economía alemana dice que el modelo económico alemán está en una encrucijada. Durante mucho tiempo, la economía alemana fue citada como un modelo, pero ahora está desacelerando. Se plantea si podrá recuperar su competitividad tras las elecciones. Según la última encuesta, los conservadores están en primer lugar, seguidos de la FDP en segundo lugar. Un gobierno de conservadores y verdes podría estar cerca de la mayoría.
Entre 2005 y 2017, mientras la mayoría de las economías de la zona euro vieron caer el peso de su industria y sus cuotas de mercado de exportación, Alemania sobresalió por su poderosa industria, sólidas cuotas de mercado y seriedad presupuestaria. Durante ese periodo, el PIB alemán creció un 10% más rápido que el de otras partes de Europa. Alemania fue un modelo social de cogestión.
El informe de Candriam es devastador para la industria alemana, que está estancada. El sector del automóvil, que representa casi el 5% del PIB y el 16% de las exportaciones de bienes, ya está dañado por el escándalo del diésel y se enfrenta a una demanda lenta en Europa. Muchos consumidores consideran que los modelos de alta gama son demasiado caros, y las grandes metrópolis son cada vez menos populares debido a las restricciones impuestas al tráfico.
El aumento de los precios de la energía no ha ayudado desde principios de 2022. La producción industrial en sectores con altos consumos de energía, como la química, cayó casi un 20%. Si alguien tiene dudas sobre dónde está la crisis en Alemania, la respuesta es clara: está en la energía. La industria alemana, que es intensiva en energía, ha sido golpeada por los precios elevados de la energía, especialmente desde la guerra de Ucrania.
El informe sugiere que sin un esfuerzo de inversión de 14 millones de euros hasta 2030, la industria alemana no podrá recuperar su competitividad. Esta cifra es casi el doble del plan europeo Next Generation EU. El informe también señala que un tercio de esos fondos tendría que proceder del sector público, lo que podría llevar a un aumento de la deuda pública. La gran pregunta es si los líderes alemanes escucharán este llamado a la inversión. La dificultad que enfrenta la industria podría llevar a Alemania a liberar el freno presupuestario e invertir más internamente para recuperar su competitividad.