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Alberto Iturralde analiza la situación de Evergrande
Evergrande, un gigante chino del sector inmobiliario, está al borde de la quiebra, y todas las miradas de todos los rincones del mundo están puestas en la caída de este gigante asiático, que en la jornada de hoy está lastrando a todas las bolsas a nivel mundial.
El principio del fin empieza en Wuhan, con la aparición de un extraño y contagioso virus al que acabaremos llamando Covid 19. Aquella enfermedad que empezó en la ciudad de Wuhan se extendió por todo el mundo desembocando en una pandemia con consecuencias económicas sin precedentes. Principalmente, por la paralización de la actividad en prácticamente todo el mundo.
Se paró todo. También lo que mantenía vivo el esplendor de Evergrande… El titánico, y hasta ahora rentable, mercado inmobiliario chino.
En reuters aseguran que el sector del ladrillo supone un 25% del multibillonario PIB chino. Y es que en las últimas dos décadas ha vivido una época dorada. Sobre todo, porque la construcción se veía como una buena alternativa de inversión ante los bajos tipos de interés y la inestabilidad de la bolsa de valores china.
Pero llegó la pandemia y la inercia que mantenía en pie a la endeudada Evergrande frenó en seco. La gran inmobiliaria se encontró con una deuda de cientos de miles de millones de dólares, la más grande de todo el país.
Y en los últimos meses ha sido cuando la empresa ha empezado a darse cuenta de que pagar esa deuda empieza a ser misión imposible.
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¿Por qué hay tanto miedo de que el colapso de Evergrande suponga un riesgo sistémico?
Hay varios datos que apuntan en esa dirección. Uno de ellos está en el Banco Central Chino. Hace 3 años, la institución incluyó a Evergrande entre las compañías que podían suponer riesgo sistémico para el sistema financiero del país. El año pasado, la propia empresa mandó una misiva al gobierno chino para advertirle de que entre sus acreedores Evergrande tenía a 128 bancos del país y 121 instituciones no financieras.
Y en el mercado de bonos en dólares, Evergrande representa un 4% de la deuda inmobiliaria de high yield, según datos de DBS recogidos por Reuters.
La cuestión está en manos del Gobierno chino. Concretamente, en si Xi Jinping dejará caer a Evergrande como dejó Estados Unidos que Lehman Brothers colapsara hace 13 años… O si decidirán rescatarla y así apoyar a una empresa que ha estado endeudándose hasta las cejas para terminar necesitando la ayuda pública para así no arrastrar al resto del sistema. De momento, todos los posibles finales de la historia están abiertos.