
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha rechazado la solicitud del mandatario estadounidense Donald Trump de un alto el fuego de 30 días en Ucrania, una medida que el equipo del republicano consideraba clave para avanzar en el fin del conflicto que se ha prolongado por más de tres años. A pesar de la negativa, Trump ha celebrado el resultado de la conversación como un paso positivo hacia un acuerdo más amplio.
Un acuerdo limitado
La llamada entre ambos líderes, que tuvo lugar el martes, dejó insatisfechos a algunos funcionarios estadounidenses, quienes habían insistido en que cualquier acuerdo debía incluir un cese total de las hostilidades para allanar el camino hacia una paz duradera. En su lugar, Putin solo accedió a limitar los ataques contra la infraestructura energética de Ucrania, pero exigió a cambio que Estados Unidos y sus aliados cesaran el suministro de armas e inteligencia a Kiev.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se mostró dispuesto a considerar la propuesta, siempre que Estados Unidos actuara como mediador. Mientras tanto, Trump, fiel a su estilo, calificó el resultado como una victoria y lo presentó como un primer paso hacia una solución definitiva. “Se discutieron muchos elementos de un Contrato de Paz”, escribió el republicano en redes sociales, asegurando que el proceso de negociación para un alto el fuego más amplio está en marcha.
Avances diplomáticos y nuevas conversaciones
Para preparar el terreno de la conversación entre los dos líderes, el enviado de Trump, Steve Witkoff, mantuvo reuniones con Putin. Ahora, una delegación estadounidense encabezada por el secretario de Estado, Marco Rubio, y el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, viajará a Arabia Saudita para continuar las negociaciones este domingo y explorar posibles vías para reducir las hostilidades.
Aunque algunos analistas consideraban que Trump podría hacer concesiones mayores a Rusia, como el reconocimiento de su soberanía sobre Crimea, el resultado de la llamada disipó parte de esas preocupaciones. Los expertos advierten de que Putin no tiene interés en un acuerdo a largo plazo mientras siga en el poder y que su objetivo sigue siendo la destrucción de Ucrania.
La realidad en el terreno
Pese a los esfuerzos diplomáticos, la guerra en Ucrania no mostró señales inmediatas de enfriamiento. Horas después de la llamada entre Trump y Putin, la capital ucraniana, Kiev, fue blanco de un intenso ataque con drones rusos que duró varias horas. Según Zelenski, infraestructuras civiles, incluido un hospital, recibieron impactos.
El líder ucraniano criticó duramente la postura de Rusia y señaló que Putin, en esencia, había rechazado cualquier posibilidad de una tregua total. “Sería justo que el mundo respondiera rechazando cualquier intento de Putin de prolongar la guerra”, expresó Zelenski en un mensaje en la red social X.
Una nueva era en las relaciones entre EE.UU. y Rusia
Más allá del conflicto en Ucrania, Trump dejó entrever su interés en reconfigurar las relaciones entre Washington y Moscú con miras a beneficios geopolíticos y económicos. Según la Casa Blanca, ambos líderes coincidieron en que una relación bilateral más fuerte podría generar acuerdos económicos importantes y mayor estabilidad global una vez que se alcance la paz.
Además, la conversación abordó la situación en Medio Oriente, donde EE.UU. e Israel enfrentan a milicias respaldadas por Irán, un aliado clave de Rusia. Según el Kremlin, hay múltiples áreas de cooperación potencial entre ambos países, incluidas la economía y el sector energético.
Reacciones en Europa
El escepticismo ante las gestiones de Trump es evidente entre los aliados europeos. El secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, indicó que su país y la Unión Europea están discutiendo un refuerzo en el suministro de armas a Ucrania, en lugar de detenerlo como exigió Putin. Durante una reunión con la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, en Londres, Lammy enfatizó la necesidad de fortalecer militar y económicamente a Ucrania para evitar que la guerra se reactive en el futuro.
En este contexto, el G7 también ha debatido la posibilidad de acelerar el apoyo militar a Kiev. “Queremos que la paz prevalezca, pero la paz se logra mediante la fuerza, y eso significa fortalecer a Ucrania”, declaró Lammy.
El futuro de las negociaciones
A pesar de la falta de un acuerdo inmediato, la apertura de un canal de comunicación entre Trump y Putin sugiere la posibilidad de futuras conversaciones, comenzando con este domingo en Arabia Saudí. Con Estados Unidos impulsando una tregua negociada y Europa optando por un enfoque más agresivo, el desenlace de la guerra en Ucrania sigue siendo incierto. Entretanto, los ataques en el terreno continúan, dejando en claro que el camino hacia la paz aún es largo.