Vladimir Putin ha lanzado un alarmante mensaje dirigido a Occidente, especialmente a Estados Unidos y Reino Unido. Putin advirtió que si estos países autorizan el uso de armas de largo alcance de fabricación occidental por parte de Ucrania contra territorio ruso, esto equivaldría a una participación directa de la OTAN en el conflicto. Según el mandatario, el empleo de armas de alta precisión contra objetivos rusos no sería visto simplemente como una ayuda militar, sino como una declaración de guerra por parte de los países que las suministran. Putin insistió en que Ucrania “no puede llevar a cabo ataques con sistemas modernos de alta precisión y largo alcance de fabricación occidental [sin] utilizar datos de inteligencia de satélites de la Unión Europea o de los Estados Unidos”, lo que significaría su entrada en el conflicto. De suceder, que Ucrania lance misiles de largo alcance contra Rusia, con lo que eso implica, Moscú tomará “decisiones adecuadas” ante las nuevas amenazas.
Estas declaraciones llegan en un momento delicado, cuando circulan rumores de que Washington y Londres podrían levantar las restricciones sobre el uso de estas armas, algo que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha solicitado repetidamente en su esfuerzo por resistir la invasión rusa.
El presidente ruso Vladimir Putin aprovechó su participación en el Foro Internacional de Culturas Unidas, celebrado en San Petersburgo, para criticar duramente a las élites globalistas y lanzar una amenaza directa a la OTAN. Putin acusó a la cultura occidental de ignorar deliberadamente las tradiciones de otras regiones del mundo, sugiriendo que esta actitud es parte de un problema mayor en la arena geopolítica actual.
El mensaje de Putin ha puesto a Occidente en alerta, dejando claro que Rusia considera este tipo de movimientos como una línea roja que, de cruzarse, podría llevar a una escalada dramática en el conflicto.