La pandemia ha obligado a las grandes textiles a reconvertirse y ha acelerado el proceso. Cada vez son más habituales sus anuncios de que tiendas, como estas, físicas, irán echando el cierre en los próximos años. La mayoría ya mira al online como canal de venta del futuro. Casi todas, menos una: Primark. El gigante irlandés camina en sentido opuesto al online. El motivo: no necesita este canal de venta.
La compañía cuenta ya con 48 tiendas físicas en España. Y al contrario que otras firmas, quiere seguir abriendo más. En 2020, los beneficios de Primark en España cayeron casi un 60%. La irlandesa se hundió más que en otros textiles. Cómo Inditex. Esta compañía redujo ese año sus beneficios solo a la mitad… pero lo hizo gracias a un colchón muy importante, la venta online.
A pesar de eso su ventas cayeron un 34% en nuestro país. Las de Primark, con tiendas solo físicas, cayeron menos: un 24%. Detrás de esta cifra, un consumidor muy fiel que esperó durante la pandemia para retomar sus compras habituales. El secreto, ofrecer no solo productos, sino toda una experiencia en la compra.
Primark ha conseguido romper el estigma de la ropa barata. Ofrece precios muy bajos con los que logra que al cliente le quede grabado su mensaje: tenemos productos tan baratos que no importa que después de usarlos, los tires.
¿Cómo consiguen vender a precios tan baratos?
Otro de sus secretos: no gastar en publicidad. Primark se limita al boca a boca de sus clientes y parece que sus buenos datos avalan la estrategia. Pero, ¿Cómo es posible que Primark no recurra al online? En palabras del presidente del grupo, la razón es muy sencilla: el coste del envío a domicilio no sería soportado por sus precios. Y es que la clave de su negocio está en sus tiendas físicas.