La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha presentado su informe adelantado de septiembre en el que eleva su previsión de crecimiento económico mundial en 2024 al 3,2% desde el 3,1% que había previsto en mayo. El mismo porcentaje está previsto para 2024. Según el informe, este crecimiento estará respaldado por una mayor desinflación, una mejora en los ingresos reales y políticas monetarias menos restrictivas en diversas economías.
Según el informe, alineado con las previsiones del Banco de España, será la economía desarrollada que más crecerá en 2024. Según el documento, se espera que el Producto Interno Bruto de España crezca un 2,8%, superando a otras economías avanzadas como la de Estados Unidos, cuya previsión se mantiene en un 2,6%. Esta mejora en las expectativas supone un aumento de un punto porcentual respecto al informe de mayo.
La OCDE destaca que el crecimiento de España ha sido “bastante sólido”, comparándolo con otros países como Canadá y el Reino Unido. En una rueda de prensa, Mathias Gorman, secretario general de la OCDE, señaló que, en términos generales, el avance de las economías del G20 ha sido positivo y que la inflación ha comenzado a moderarse. Sin embargo, el informe advierte sobre los datos débiles de economías como la de Alemania y Argentina, que están mostrando un rendimiento preocupante.
En cuanto a la inflación en España, la OCDE prevé que la tasa general se moderará al 3% en 2023, en comparación con el 3,4% registrado en 2022. Para 2025, se espera que la inflación baje al 2,1%, en línea con las previsiones anteriores. La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos debido a su volatilidad, también se espera que disminuya al 2,6% este año, una mejora respecto al 2,9% previsto en mayo. Para 2025, se mantiene la previsión del 2,2%.
Alemania se estanca
A nivel europeo, el caso de Alemania es particularmente preocupante. La OCDE ha reducido sus expectativas para la mayor economía de Europa, con una previsión de crecimiento del 0,1% para 2024, lo que refleja una economía estancada. El Bundesbank, por su parte, ha sido aún más pesimista, sugiriendo que Alemania podría estar ya en una leve recesión, aunque no espera que sea una caída prolongada y significativa. Las dificultades económicas en Alemania se atribuyen en parte al aumento del ahorro por parte de los hogares y las empresas, lo que ha debilitado la actividad industrial.
Este estancamiento en Alemania impactará negativamente en el crecimiento de la zona euro, que se prevé crezca un 0,7% en 2023 y mejore levemente hasta un 1,3% en 2025. La recuperación se verá impulsada por la mejora de los ingresos reales y una mayor disponibilidad de crédito.
En cuanto a Estados Unidos, la OCDE espera que su crecimiento se desacelere, pero no de forma abrupta, gracias a las políticas monetarias vigentes. Se mantiene la previsión del 2,6% para 2023, pero se espera que caiga al 1,6% en 2025. Por otro lado, China también verá una desaceleración de su economía, con un crecimiento proyectado del 4,9% en 2024 y del 4,5% en 2025, debido a una menor demanda de los consumidores y problemas en el sector inmobiliario.
En resumen, la OCDE muestra optimismo respecto a la economía española, que lidera el crecimiento entre los países desarrollados, mientras que otras economías, como la alemana, enfrentan serios desafíos.