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“Asia es uno de los deberes que cualquier inversor debería hacer al entrar en renta fija y variable”, dice Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam. Las razones: es un mercado dinámico, tiene una demografía positiva, ha salido de la pandemia antes que el resto y su inflación está contenida.
Pese a tener en frente uno de los ciclos económicos más volátiles, el periodo 2008-2020, Asia disfruta de una posición privilegia. Las cifras avalan a la región: aporta el 30% del Producto Interior Bruto (PIB) global y, en la última década, casi un tercio del crecimiento mundial procede de allí.
Sin embargo, existe una anomalía en su mercado. Pese a su relevancia, Asia tiene muy poco peso en los distintos índices bursátiles y en la renta fija. Ello no implica que no sea una oportunidad: “la única región que en los próximos 5 años puede dar rentabilidades de doble dígito es Asia”, afirma Rengifo. Mientas, Europa aportará rentabilidades inferiores al 2% y Estados Unidos se moverá en esa misma banda, aunque ligeramente por encima de la zona euro.
En ese contexto, el director general de Pictet AM en Iberia y Latam plantea cómo complementar las carteras, entrando en Asia. Una de las oportunidades que analiza es el bono chino, “un gran desconocido del mercado”, pero que valora como refugio con efecto diversificador.