Claves del día de Jose Antonio Vizner
El reciente discurso de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, dejó claro que el panorama económico de Estados Unidos está lejos de ser predecible. Su mensaje sobre los futuros recortes de tasas de interés —dos en 2025 y otros dos en 2026— fue suficiente para encender una tormenta en los mercados. Como observador y analista, no puedo evitar reflexionar sobre cómo esta postura moderada parece chocar de frente con las opiniones de otros miembros del comité, especialmente la presidenta de la FED de Cleveland, Hammack, quien rechaza la idea de flexibilizar más la política monetaria.
Powell también subrayó algo que creo es fundamental: las políticas del expresidente Trump están cargando de incertidumbre a la economía. Desde aranceles y reformas fiscales hasta decisiones migratorias, cada uno de estos factores tiene el potencial de alterar las previsiones económicas, haciendo que el control de la inflación y el crecimiento sea un acto de equilibrio cada vez más delicado.
Mercados sacudidos: ¿reacción exagerada o un presagio?
La reacción de los mercados financieros no se hizo esperar, y vaya que fue contundente. El S&P 500 cayó un 2,95 %, mientras que el Nasdaq se desplomó un 3,6 %. A nivel global, aunque las pérdidas fueron menos pronunciadas, el impacto fue palpable en los mercados europeos y asiáticos. Más alarmante aún fue el índice VIX, un termómetro de la volatilidad, que subió un 73,87 %. Este aumento sugiere un clima de incertidumbre que no desaparecerá pronto.
A mi juicio, esta reacción tan intensa pone de manifiesto un problema más profundo: los inversores esperaban una FED más complaciente, más dispuesta a relajar su política monetaria rápidamente. La subida de los rendimientos de los bonos del Tesoro, tanto a dos como a diez años, refuerza esta percepción de que las tasas de interés se mantendrán elevadas por más tiempo de lo esperado.
El dólar, el euro y bitcoin: un retrato de la volatilidad
Entre los activos financieros, el dólar ha sido el gran ganador, tocando los 108 en su índice, aunque hoy mostró signos de enfriamiento. Sin embargo, el euro logró recuperar parte del terreno perdido frente al dólar, una señal de que el ajuste en los mercados de divisas sigue su curso. Bitcoin, por otro lado, ha vivido su propia montaña rusa, recuperándose después de un día de fuertes pérdidas. Para los entusiastas de las criptomonedas, esta volatilidad podría ser la norma en el corto plazo, especialmente en un entorno de tasas inciertas.
China y la carrera hipersónica: un desafío global
No puedo pasar por alto un elemento que, aunque aparentemente desvinculado, podría tener implicaciones de gran alcance: el avance tecnológico de China en drones hipersónicos. Un vídeo filtrado muestra pruebas que posicionan a este país como líder en vehículos hipersónicos, capaces de alcanzar velocidades superiores a 7000 kilómetros por hora. Además, el hecho de que estos drones puedan ser lanzados desde globos y controlados remotamente añade una dimensión estratégica que preocupa.
En mi opinión, esto refleja un cambio de paradigma en la tecnología militar. China no solo está compitiendo con Rusia, sino también con Occidente en el desarrollo de estas capacidades, lo que podría desatar una nueva carrera armamentística con efectos económicos indirectos, desde presupuestos de defensa más elevados hasta impactos en la confianza del mercado.
En busca de claridad
En este contexto, es evidente que estamos ante un cruce de caminos. La Reserva Federal intenta navegar entre presiones internas y externas, mientras los mercados buscan certezas que simplemente no existen. Las políticas de Trump, los avances tecnológicos de China y la respuesta de la FED a estos desafíos conforman un mosaico complejo.
Para los inversores, las empresas y los ciudadanos, la clave será adaptarse a un entorno donde la volatilidad es la norma. Desde mi perspectiva, lo único claro es que las próximas decisiones, tanto de la FED como de los actores globales, no solo influirán en el rumbo económico de Estados Unidos, sino también en el equilibrio de poder mundial.