JAÉN, 3 (EUROPA PRESS)
Organizaciones agrarias como Asaja, UPA o COAG han pedido a la Junta de Andalucía y al Gobierno de España medidas específicas con las que hacer frente a la segunda cosecha de aceite de oliva más baja del siglo.
Las previsiones, según los datos oficiales del aforo realizado por la Junta de Andalucía, estiman una producción de 587.000 toneladas de aceite en Andalucía, un 49,1% menos que la cosecha anterior, y un 47,5% menos que la media de las últimas cinco campañas
El gerente y portavoz de Asaja-Jaén, Luis Carlos Valero, ha subrayado la necesidad de una política hídrica acorde a las necesidades ya que la que está desarrollando el Gobierno “va en la dirección contraria” y “se han suspendido todos los presupuestos para construir nuevas presas y conducciones en lo que supone una falta de voluntad manifiesta con el olivar en la provincia de Jaén y en general de Andalucía”.
Por otra parte, ha reivindicado el aplazamiento de la nueva PAC hasta el próximo año, “para ver al menos si realmente se pueden aplicar los ecoesquemas y las ayudas que ahora nos sentaremos a negociar”.
También ha incidido en que los costos de los riegos son inasumibles, y en el caso de los seguros agrarios, ha abundado en la necesidad de que se potencien puesto que “en la actualidad la suscripción no llega al siete por ciento”.
Por su parte, el secretario general de UPA Andalucía y UPA Jaén, Cristóbal Cano, ha indicado que es necesaria “una profunda reflexión” sobre un Plan Hidrológico del Guadalquivir que “sea justo para el olivar tradicional, que resarza los sucesivos incumplimientos que, plan tras plan, se han tenido con la cabecera de la Cuenca”.
“No pueden, ni deben, desdeñarse esfuerzos en infraestructuras nuevas que sirvan de acopio del agua para nuestros cultivos”, ha dicho Cano, al tiempo que ha pedido a la Junta de Andalucía que “ejecute al máximo todas las infraestructuras para poner a disposición de los regantes la mayor cantidad de aguas regeneradas”.
Ha incidido en que si no llueve en los próximos meses “la cosa irá a peor”, ya que “muchos agricultores se están planteando no recoger el escaso fruto que tienen en el árbol”. No obstante, ha indicado que el sector debe tener tranquilidad, ya que “la menor producción de aceite debe reflejarse en los mercados con una estabilización de los precios en origen por encima de los costes de producción”.
UPA Andalucía estima unas pérdidas de al menos 1.700 millones de euros por la segunda cosecha de aceite de oliva más baja del siglo. Esas pérdidas económicas en el sector olivarero se complementan con “un considerable descenso en el empleo”. De ahí que haya hecho un llamamiento a todas las administraciones para que adopten medidas para paliar la “crítica y caótica situación que sufrirá esta campaña el sector olivarero”.
Entre ellas, Cristóbal Cano reclama al Gobierno una “mayor reducción de las peonadas obligatorias para poder cobrar el subsidio agrario”. Ha valorado la disminución de 35 a 20 ya efectuada por el Gobierno debido a la sequía, pero pide que sean menos. A la Junta de Andalucía también le ha pedido un plan de empleo especial para dar respuesta a esta disminución de trabajo en la recolección.
Desde COAG, el responsable de Olivar de COAG Andalucía, Juan Luis Ávila, ha abogado por la aprobación de “un paquete de ayudas a nivel autonómico”, que ya han trasladado a la Consejería de Agricultura. Y otro a nivel nacional, con medidas como la paralización de la aplicación de los ecoesquemas en el 2023, ya que “generan incertidumbre en un escenario de muy poco cosecha”.
“El olivar per sé es un cultivo que aporta muchos recursos a nivel medioambiente y no tiene sentido, en un escenario como el que tenemos prácticas adicionales que supongan un incremento de gastos y una reducción adicional de la producción”, ha dicho Ávila.
Asimismo, desde COAG se solicita una reducción del IVA a las comunidades de regantes y la eliminación total del canon de riego para la campaña 2022, medidas que tienen que estudiarse en los restantes ámbitos de la administración.
“Hay que tener en cuenta que el escenario de esta campaña es aún más complicado que el de años anteriores ya que a la sequía se le suma el desorbitado aumento de los costes de producción a causa de la guerra en Ucrania, así como la puesta en marcha de la nueva Política Agraria Común”, ha dicho el dirigente de COAG.
Y es que el olivar de regadío, que en una situación como la actual suele salir menos perjudicado, “está asumiendo unos costes energéticos que lo colocan en una situación similar o peor que el de secanos en cuanto a rentabilidad”. Como ejemplo, ha indicado que la Comunidad de Regantes de San Marcos de Torrequebradilla (Jaén) ha pasado de pagar 50.000 euros en el mes de julio de 2021, a 187.000 euros en el mismo mes de 2022.