Estima que la tasa de paro subirá ligeramente hasta el 13,1% y la inflación subyacente se mantendrá en torno al 4,9%
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Observatorio de la Realidad Financiera (Orfin) estima que el Producto Interior Bruto (PIB) español crecerá este año un 1,2%, aunque advierte de que la economía continuará “casi estancada” durante el primer semestre de 2023 y será en el segundo cuando registrará una “ligera recuperación”.
En el ‘Informe de Previsiones Económicas 2023’, los economistas José Carlos Díez, Joaquín Maudos y Carlos Martínez Mongay han desgranado las previsiones macroeconómicas de la economía española, en un contexto marcado por la incertidumbre, la lucha contra la inflación y la reducción de las perspectivas de crecimiento en la gran mayoría de países del mundo.
Durante la presentación del informe, José Carlos Díez ha destacado el “buen comportamiento de la economía española” en 2022, al alcanzar un crecimiento del 5,5% y superar así las previsiones realizadas por varios organismos, incluso las de Orfin. “El escenario de riesgo se ha evitado”, ha subrayado Díez en rueda de prensa.
En el ámbito laboral, Orfin estima que la tasa de paro subirá ligeramente hasta el 13,1%, una décima más que la de 2022. “Sigue siendo una tasa elevada en comparación con la de las principales economías desarrolladas, pero muy inferior a la de la crisis de los años 80 y casi la mitad del récord histórico de 2013”, señalan los autores en el informe.
Los economistas señalan que, pese a que no se ha firmado un pacto explícito de renta nacional ante las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania y la subida de precios, sí se ha suscrito uno implícito, ya que se han renovado convenios de unos 10 millones de trabajadores, la mitad del total.
Según apuntan, las subidas de salarios no han incorporado el ‘shock’ energético en 2022, y sindicatos y patronal han diferido el impacto en los próximos tres años con subidas promedio del 3-4%. “Esto es clave para explicar que la inflación de servicios siga en el 4% y que la economía no haya entrado en recesión, y sí haya continuado la creación de empleo y bajado la tasa de paro del 15% al 13%”, han indicado los autores del informe.
EL DÉFICIT BAJARÁ AL 4,1% Y LA DEUDA SE MANTENDRÁ EN EL 113,1%
Ante las dificultades para medir la inflación de electricidad, desde Orfin han optado por hacer previsiones sobre la inflación subyacente, que excluye productos energéticos y alimentos frescos. Su previsión es un promedio para 2023 del 4,9%, muy similar al 5,1% del 2022. No obstante, los autores consideran que los precios acabarán el año en niveles bajos, próximos al 3%, según sus modelos de previsión.
En cuanto al déficit público, Orfin prevé que en 2023 baje al 4,1% y estima que, con un menor crecimiento del PIB nominal y un déficit público aún elevado, la deuda pública se mantendrá en 113,1% sobre el PIB.
Eso implica que el umbral de sostenibilidad de la deuda española está próximo a tipos del 6%. Los tipos del bono del Tesoro a 10 añosestán cerca del 3,5% y muy lejos de zonas de insostenibilidad de la deuda. No obstante, si estalla una crisis financiera en Italia, el contagio llegaría rápido a los países altamente endeudados de la eurozona, entre los que se encuentra España, y también Francia, se advierte en el informe.
RIESGO POR LA ELEVADA DEUDA PÚBLICA
Según los expertos, el mayor riesgo que existe en la actualidad en Europa es la deuda pública de los países periféricos. Si estallase la desconfianza de los inversores los gobiernos tendrían que anunciar planes de ajuste fiscal. Es cierto que, en un escenario inflacionista, es suficiente con contener el gasto y no hacen falta duros recortes y subidas de impuestos como en 2010.
Pero los economistas avisan de que tanto en España como en Italia, los gobiernos necesitan apoyos de varios partidos para aprobar medidas y sería poco probable que pudieran acordar esos ajustes, precipitando crisis de Gobierno y elecciones anticipadas.