El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, promete una contundente respuesta contra Irán después de que este país lanzara unos 200 misiles balísticos contra Israel en un ataque que ha intensificado las tensiones en Oriente Medio. Este incidente, según temen las potencias mundiales, podría escalar hacia un conflicto de mayor envergadura en toda la región.
El ataque comenzó el martes alrededor de las 19:30, hora local, solo unas horas después de que Estados Unidos advirtiera sobre la inminencia de una ofensiva iraní. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron de que la mayoría de los misiles fueron interceptados por su sistema de defensa antimisiles, aunque una persona falleció en Cisjordania. Estados Unidos, cuyos buques de guerra participaron en la interceptación de los proyectiles, calificó el ataque como “derrotado e ineficaz”. A pesar de esto, la gravedad de la ofensiva superó la de los 300 misiles y drones que Irán disparó contra Israel en abril, ya que esta vez los cohetes penetraron más profundamente, alcanzando ciudades como Tel Aviv y Hod Hasharon, donde el cielo nocturno se iluminó con las explosiones.
Irán cumplió su venganza
Irán declaró que este ataque fue en represalia por los recientes ataques israelíes contra Hezbolá, el grupo militante respaldado por Teherán y con sede en Líbano. La ofensiva iraní se produjo días después de que Israel asesinara al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en un ataque aéreo sobre Beirut el pasado viernes, y tras varios bombardeos que dejaron muertos a varios comandantes del grupo. Además, el lunes por la noche, Israel intensificó su campaña enviando tropas al sur del Líbano.
Las autoridades iraníes afirmaron que su ataque fue exitoso, apuntando a objetivos militares israelíes y asegurando que el 90% de sus misiles alcanzaron sus objetivos. Sin embargo, análisis iniciales tanto de Estados Unidos como de Israel sugieren que esta afirmación es incorrecta. A pesar de ello, en algunas zonas de Irán, multitudes celebraron la ofensiva. Netanyahu, por su parte, fue tajante: “Irán cometió un gran error esta noche y pagará por ello”, dijo. “El régimen de Irán no comprende nuestra determinación de defendernos y de tomar represalias”. Se espera que la respuesta israelí se produzca en los próximos días, con posibles ataques dirigidos a infraestructuras petroleras y bases militares iraníes. La Guardia Revolucionaria Islámica de Irán advirtió que nuevos ataques “aplastantes” seguirán si Israel decide bombardear su territorio.
Estados Unidos ha reiterado su compromiso de defender a Israel frente a las amenazas iraníes y advirtió que habrá “severas consecuencias” para Teherán por el ataque del martes. El Pentágono afirmó que están “bien posicionados” para responder a cualquier nueva agresión iraní.
En abril, tras un ataque similar, Israel respondió con una acción limitada contra una base aérea en Isfahán, causando daños menores. Sin embargo, esta vez, la presión interna en Israel para que Netanyahu responda con más fuerza es mucho mayor.
El impacto del ataque se sintió también en los mercados financieros. Los precios del petróleo, el oro y los bonos del Tesoro de Estados Unidos subieron ante las expectativas de una posible escalada. El crudo Brent, en particular, subió un 1,5% en las primeras horas del miércoles, alcanzando casi los 75 dólares por barril, aunque sigue lejos de los niveles máximos de las últimas semanas, lo que sugiere que los operadores no esperan una interrupción significativa del suministro en Irán o en el Golfo Pérsico.