MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Neinor Homes ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus resultados financieros provisionales del año 2023, en el que apunta a un beneficio neto de 90 millones de euros, lo que supondría un 6% menos que los 96 millones que ganó en 2022.
Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) sería de 140 millones de euros, también un 4% menos, aunque se trata de resultados provisionales marcados por sus objetivos previos, a falta de confirmación el próximo 21 de febrero, cuando presentará sus resultados definitivos.
En cuanto a las entregas, la promotora inmobiliaria entregó 2.500 viviendas a lo largo de todo el ejercicio, un 9% menos que el año anterior, aunque mantiene el ritmo a pesar del contexto desfavorable creado en el mercado a raíz de los aumentos de los tipos de interés.
Así, con los niveles de tipos más elevados de las últimas dos décadas, la compañía defiende que su actividad comercial se mantuvo “muy resiliente”, con más de 1.900 viviendas vendidas en el ejercicio.
En línea con el cumplimiento de sus objetivos operativos y financieros, ha decidido llevar a cabo el reparto del segundo tramo de la distribución aprobada en la última junta extraordinaria por un importe bruto aproximado de 40 millones de euros (53 céntimos de euros brutos por acción), lo que representa una rentabilidad del 5%.
Como en otras ocasiones, este pago, previsto para febrero de 2024, se estructurará como una reducción de capital con devolución de aportaciones para optimizar el tratamiento fiscal y maximizar el retorno a los accionistas, que percibirán un importe de 0,5247 euros por acción.
En los últimos cinco años, Neinor ha entregado más de 11.000 viviendas, un 7% por encima de sus objetivos, y ha superado los 650 y 430 millones de euros de Ebitda y beneficio neto, respectivamente, lo que representa un cumplimiento un 10% y un 16% por encima de lo esperado en el plan estratégico.
“Estas cifras avalan su rigor financiero y capacidad de proteger márgenes en un entorno marcado por la pandemia, los cuellos de botella en la cadena de suministros y la consecuente subida de los costes de construcción, la inflación generalizada de doble dígito, tensiones geopolíticas con impactos materiales en los costes energéticos y el alza de tipos de interés”, defiende la empresa.