Las votaciones sobre la presidencia de Moldavia y el referéndum sobre la Unión Europea, celebradas este domingo, mostraron los resultados preliminares de la adhesión de Moldavia a la UE, con un 50,39% de votos a favor y un 49,61% en contra. Sobre esta decisión, Rusia no tardó en pronunciarse en contra, acusando que las “anomalías” ocurridas en las votaciones despiertan “muchas preguntas” y que las elecciones “no han sido libres”, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En respuesta a estas acusaciones, la presidenta moldava, Maia Sandu, denunció que las votaciones del domingo fueron objetivo de un ataque “sin precedentes” de interferencia externa y acusó a Rusia de estar detrás de diversas manipulaciones.
Los resultados preliminares indican que se llevará a cabo una segunda vuelta ajustada en las elecciones presidenciales y que el referéndum para fijar como objetivo constitucional la entrada en la UE estuvo muy disputado. Los primeros resultados apuntaban a una victoria del “no” con el 57%, pero en la mañana de este lunes, con el 98% escrutado, el resultado difundido por la Comisión Central Electoral apuntaba a un empate técnico, con el “sí” ligeramente en ventaja.
Según las autoridades moldavas, Rusia habría comprado 300.000 votos, que representan cerca del 20% del total de sufragios emitidos. De igual manera, durante la campaña, el fugitivo Ilan Shor, refugiado en Rusia, ofreció públicamente pagar a los ciudadanos moldavos para convencer a otros de votar contra el Gobierno.
Antes de las votaciones, las autoridades moldavas retiraron contenidos en internet que, según informaron, contenían desinformación, y anunciaron que habían descubierto un plan de Rusia para entrenar a moldavos para organizar disturbios masivos.
Moldavia ha tenido una complicada relación con Rusia desde la desintegración de la Unión Soviética en 1991. Sin embargo, estas discrepancias han aumentado durante el gobierno de Sandu, que ha defendido la integración a la UE, ha condenado la invasión rusa de Ucrania y ha diversificado el suministro de energía tras la reducción del gas por Rusia.
Peskov agregó que es “difícil de explicar el ritmo de incremento mecánico de los votos a favor de Sandu y a favor de aquellos participante en el referéndum que defienden la orientación hacia la UE”. Mientras tanto, el analista político Valeriu Pasha comentó a Reuters que el voto por el “sí” había ganado ventaja al final debido a una participación electoral inusualmente alta entre la población moldava que vive en el extranjero, que en gran medida apoya la integración a la UE.
Por otro lado, el candidato de la oposición, Alexandru Stoianoglo, también boicoteó el referéndum de este domingo y lo calificó de ardid para aumentar el botín de Sandu en las elecciones. Anteriormente, había dicho que, si llega al poder, desarrollará una política exterior “equilibrada” que incluya vínculos con la UE, Rusia, Estados Unidos y China.