Un aumento misterioso en los niveles de radiación a lo largo de la frontera entre Noruega y Rusia ha despertado preocupaciones internacionales, según informa Mail Online. La causa de este fenómeno podría estar relacionada con actividad en el sitio de pruebas del misil nuclear ruso conocido como “Flying Chernobyl”, un arma experimental de alto riesgo desarrollada bajo el gobierno de Vladímir Putin. Estos temores se ven alimentados por reportes de que el sitio en cuestión podría estar preparando una nueva serie de pruebas nucleares.
De acuerdo con Reuters, el jefe de pruebas nucleares ruso ha afirmado que Moscú está listo para reanudar las pruebas “en cualquier momento”. Esto ha generado preguntas sobre qué tipo de pruebas estarían planificándose y dónde se llevarían a cabo.
El sitio de pruebas nucleares de Rusia está ubicado en el remoto archipiélago de Novaya Zemlya, en el océano Ártico. Este lugar tiene una larga historia de ensayos nucleares, siendo el escenario de más de 200 detonaciones durante la época soviética. En 1961, en esta ubicación se detonó la bomba nuclear más poderosa jamás registrada.
Los expertos temen que una nueva prueba nuclear por parte de Rusia podría provocar una reacción en cadena, alentando a otras potencias nucleares como China y Estados Unidos a reanudar sus propios tests, lo que desataría una nueva carrera armamentística global. Además, algunos analistas sugieren que este movimiento podría ser una respuesta directa a los recientes ataques de misiles ucranianos en territorio ruso, aumentando aún más la tensión entre Rusia y Occidente.
Por otro lado, un grupo de expertos rusos ha expresado su apoyo a que Putin ordene una prueba nuclear, con el objetivo de intimidar a los países occidentales.