MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Más del 65% de los españoles incrementaría el consumo sostenible con precios razonables y más del 73% lo elevaría si pudiera encontrarlo en los espacios físicos y digitales que ya conoce, según se desprende del informe ‘El cliente sostenible’, elaborado por PwC y Uncommon, a partir de una encuesta realizada a más de 1.000 consumidores españoles, entre 18 y 75 años.
Independientemente del estado de los perfiles y de su capacidad de gasto en consumo sostenible, todos destacan al precio como la principal barrera de cambio, por lo que mecanismos como descuentos, promociones o información sobre la rentabilidad son detonadores de la activación y de mayores tickets en la compra sostenible.
Asimismo, según el informe, las personas valoran que se les facilite el acceso en los canales tradicionales con una oferta sostenible atractiva, reduciendo la tensión asociada al esfuerzo y el tiempo que se necesita invertir para llegar a esta en canales dispersos o espacios poco conocidos.
En concreto, siete de cada diez españoles quieren llevar una vida sostenible, pero se encuentran ante distintas barreras, según el informe, que precisa que los obstáculos que hacen difícil el consumo sostenible son cuatro: el precio, la falta de información, el acceso, y la actitud.
Así, el precio más elevado asociado a la sostenibilidad, o su percepción, hace que para el 48% de los encuestados la barrera del precio sea la más relevante.
Igualmente, según el análisis, la falta de información o los mensajes ambiguos impactan a la hora de tomar decisiones sostenibles, ya que el 16% de los encuestados dice no tener una idea de lo que es realmente sostenible.
Asimismo, la desagregación a nivel de canales de las opciones sostenibles genera un sobreesfuerzo de compra y cerca de un 26% de los consumidores compra en el mismo centro.
También, la falta de claridad de los impactos y la responsabilidad trasladada al consumidor provoca cierto rechazo en las personas, según el informe, que releva que el 10% de estas prefieran no modificar sus hábitos de consumo.
OCHO PERFILES DE CONSUMIDORES SOSTENIBLES
El estudio determina que existen ocho perfiles diferentes de consumidores sostenibles. El primero de ellos es el ‘moralista’, que representa al 11% de la población encuestada, tienen en torno a 35 años y unos ingresos medios y altos, son personas emocionales y activas frente al cambio, deciden actuar hoy y valoran el proceso completo de un producto o servicio.
Por su parte, el ‘buscador’ representa al 13% de la población encuestada, tienen ingresos medios bajos, son personas preocupadas por la inacción en materia de sostenibilidad y la alimentación es especialmente importante para ellos.
Frente a ellos está el consumidor sostenible ‘combativo’, que representa al 10% de la población encuestada. Son personas jóvenes de ingresos bajos, abordan la sostenibilidad de forma crítica y no tienen mucha confianza en las promesas de las marcas y empresas, compran solo lo imprescindible y buscan opciones físicas y digitales más allá de los sistemas convencionales.
El ‘espabilado’, por su parte, representa a un 4% de la población encuestada. Jóvenes y con ingresos altos, son personas prácticas, que aprecian el valor del tiempo y que no tienen grandes preocupaciones económicas.
Por ello, según el estudio, invierten su dinero en alternativas o sustitutos sostenibles, ya que para ellos la sostenibilidad es una oportunidad para invertir y prepararse. Son los que están dispuestos a gastar más en alternativas sostenibles y utilizan los canales físicos y digitales.
De su lado, el ‘seducido’ representa al 13% de la población encuestada. Tienen de 36 a 45 años, prestan mucha atención a las tendencias y han encontrado en la sostenibilidad una moda ligada a un reconocimiento social positivo. Compran especialmente por internet y buscan una gran oferta de productos sostenibles que sean reconocidos por los demás.
Asimismo, el consumidor ‘estancado’, que aglutina al 20% de la población encuestada, no sabe qué cambios tienen mayor impacto sostenible, su mayor gasto es en alimentación, prioriza productos frescos y sanos y le gusta ir a tiendas de barrio y supermercado. Son personas de edad avanzada y con ingresos medios bajos, cercanas a la jubilación y que buscan la comodidad y no quieren añadir preocupaciones a su vida.
El ‘ahorrador’, que representa al 18% de la población encuestada, tiene ingresos medio altos, pero miden cada euro que gastan. Buscan variedad y precios bajos, compran en supermercados, centros comerciales y ‘on line’ y son cazadores profesionales de ofertas.
Por último, un 9% de la población encuestada es ‘negacionista’, consumen poco y de marcas tradicionales. Son hombres con ingresos medios bajos, no les preocupa la sostenibilidad, no creen que tenga efectos inmediatos en sus vidas y piensan que cualquier cosa que hagan tendrá un impacto mínimo.