MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Más de la mitad de los directivos (el 52%) considera prioritario el desarrollo de nuevos productos, servicios o nuevos modelos de negocio, según un estudio elaborado por la consultora McKinsey & Company.
Las compañías, según McKinsey, ven en estos nuevos desarrollos la posibilidad de “aumentar su crecimiento orgánico, paliar los efectos de las disrupciones y adaptarse a las cambiantes necesidades de sus clientes y el propio ritmo del mercado”.
Además, según han explicado desde la consultora, esta nueva ola de innovación puede provocar un “auge de intraemprendimiento”, a medida que más empresas adopten el enfoque de creación de nuevos negocios, productos y servicios desde el seno de sus organizaciones.
Muestra de ello es que el 74% de las compañías que apostaron por el crecimiento orgánico crecieron por encima de la media en sus sectores. De forma adicional, según el análisis, entre el conjunto de empresas que ya ha impulsado el crecimiento orgánico, hay un pequeño grupo de compañías que muestra tasas de éxito dos veces superiores que las empresas emergentes de gran potencial.
Además, el 34% de las empresas que priorizaron el desarrollo de negocios durante la pandemia no experimentaron ningún cambio a la baja e incluso tuvieron una mejora en el crecimiento.
“La creciente apuesta por el desarrollo de negocios como una prioridad empresarial podría sugerir que las empresas tradicionales están queriendo acceder al espacio tradicionalmente ocupado por las empresas emergentes”, ha apuntado el socio de McKinsey en España, Alberto Torres.
SOLO EL 24% DE LOS NEGOCIOS CREADOS POR ESTAS EMPRESAS SON VIABLES
Por otra parte, los directivos declararon que el 66% de los negocios a gran escala creados en los últimos diez años lo fueron por el 20% de las compañías tradicionales. Además, solo el 24% de los negocios emergentes creados en las grandes corporaciones se convierten en empresas viables a gran escala.
Preguntados sobre los motivos por los cuales estas empresas no logran sus objetivos, los encuestados declararon que 30% de los negocios fallidos no cumple con las expectativas de crecimiento debido a las disrupciones inesperadas en el mercado y al propio entorno empresarial.
Por ello, desde McKinsey han recordado que la “flexibilidad y capacidad de adaptación” son claves cuando aparecen desafíos a las hipótesis preestablecidas y para ello recomiendan dotarse con partidas de presupuesto que permite dar una respuesta efectiva a las incertidumbres internas. Además, también señalan que las empresas que acaban triunfando “realizan pruebas continuas de productos, servicios y modelos de negocio para identificar los problemas y corregir los fallos”.
También señalan como uno de los ingredientes de la receta del éxito contar con un sólido liderazgo, apostar por talento adecuado, (incluyendo el digital) y tener “plena conciencia” del mercado. “Para lanzar y escalar un negocio nuevo, las compañías necesitan desarrollar de forma consciente nuevas capacidades, comprender las oportunidades de mercado, y contar con una estrategia de adquisición de clientes rentable y de largo plazo”, ha recordado el socio de McKinsey en España, Santiago Fernández.