MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Pedir un cambio o un aumento de sueldo en el trabajo es la petición profesional más difícil de realizar para casi un tercio de los españoles, seguido de la reclamación de financiación o la venta de un producto o servicio, según el I Barómetro ‘El arte de pedir’, dirigido por Silvia Bueso, que asegura que en general los españoles son generosos ya que casi el 90% reconoce que es “más de dar que de pedir”.
Sentirse juzgado o rechazado y no querer incomodar o incluso perder relaciones importantes destacan entre los principales miedos a la hora de pedir dinero o vender, según un estudio que analiza las relaciones de los españoles con el dinero.
Más de la mitad de los españoles (50,7%) definen como negativa su relación con “pedir dinero”, asociándolo a la culpa, debilidad, vulnerabilidad o vergüenza, entre otras emociones, según se desprende del I Barómetro ‘El arte de pedir’, dirigido por Silvia Bueso.
Se trata del primer estudio que analiza en profundidad qué emociones siente la población a la hora de pedir, qué miedos enfrenta y qué herramientas utiliza para llevar a cabo esta acción con el fin de conseguir sus objetivos profesionales o personales.
En esta línea, la palabra ‘pedir’ sigue asociándose con percepciones negativas, si bien poco a poco se aprecia un cambio de perspectiva con el 52,3% que lo asocia con emociones positivas.
De hecho, la mayoría de las personas encuestadas confirma ser más de dar que de pedir, con un 87,3%, y 9 de cada 10 afirma que pedir para uno mismo es lo que más le cuesta, frente a peticiones para otros.
En palabras de Silvia Bueso, mentora, conferenciante y formadora, además de autora de dos libros sobre cómo abordar las peticiones personales y profesionales: “este estudio nos brinda una oportunidad invaluable para reflexionar sobre nuestras propias prácticas y trabajar hacia una comunicación más efectiva y empática en todos los ámbitos de nuestra vida, tanto personal como profesional”.
VENDER, CAPTAR FONDOS Y EL SALARIO, LO MÁS DIFÍCIL.
Entre las peticiones profesionales, pedir un cambio o aumento de sueldo en el trabajo con un 30,5%, así como buscar financiadores (27,7%) y vender productos o servicios (25,9%) son las tres peticiones profesionales más complicadas para las personas encuestadas.
En cuanto a la planificación en el entorno laboral, algo más de la mitad de los profesionales, el 56,4%, no prepara un plan comercial o de recaudación de fondos de forma anual y un 57,4% tampoco realiza seguimiento de dicho plan.
La mitad de los encuestados asegura que no recibe formación comercial y algo más de una tercera parte declara que nadie en la empresa la recibe.
El I Barómetro ‘El arte de pedir’ también analiza el momento antes de realizar la petición. En esta ocasión, la gran mayoría (3 de cada 4) define y elige el perfil de la persona a quien va a pedir, investiga y recopila información sobre ella, valida si hay intereses comunes y prepara su propuesta con esmero.
A la hora de preparar la propuesta de valor, el relato escrito para dirigirse a los financiadores y partners, los principales frenos extraídos del análisis de Silvia Bueso son el saber lo que se quiere incluir, pero no cómo plantearlo para que sea excelente y profesional, seguido del hecho de no dar con los mensajes fuerza y el diseño para captar la atención y el no saber cómo diferenciarse y esquivar la competencia.
Asimismo, el 42,6% ni prepara ni practica el discurso una vez tiene la propuesta, respecto a un 57,4% que sí lo hace. Y, ante esa presentación del relato verbal, los frenos más recurrentes son el no saber cómo estructurarlo mostrándose seguro y convincente, preferir presentarse por correo electrónico sin dar la cara y sentir que no se tiene tiempo ni recursos.
SENTIRSE JUZGADO O RECHAZADO, ENTRE LOS PRINCIPALES MIEDOS.
El I Barómetro ‘El arte de pedir’ descubre que la mitad de las personas consultadas tienen una relación negativa con el hecho de pedir dinero.
Los miedos principales a la hora de pedir dinero son el no querer incomodar y perder relaciones importantes, la vergüenza ante el hecho de pedir dinero y el no querer sentirse juzgado y estigmatizado. Apenas un 1 de cada 10 dice no tener miedos a la hora de pedir dinero.
Por otra parte, al vender o venderse a uno mismo, los tres principales miedos son a no cumplir con las expectativas, el miedo al rechazo y el miedo a la competencia. Esta situación lleva a que casi la mitad de las personas encuestadas persista un par de veces antes de desistir en una petición, y la mayoría abandona o retrasa futuros intentos de pedir ante una negativa.
EMPRENDIMIENTO, VIVIENDA Y AUTOMÓVIL, LAS PETICIONES MÁS DIFICILES.
Ahondando en las peticiones personales, del barómetro se extrae que pedir dinero para un proyecto personal como adquirir una vivienda o un automóvil o lanzar un proyecto empresarial y pedir ayuda que conlleve tiempo o recursos a la otra persona son las peticiones más complicadas a nivel personal, con un 36,4% y un 36,1% del total.
Al igual que en el ámbito profesional, el estudio pregunta cuáles son los principales frenos en peticiones personales. El podio lo forman el no querer molestar, el no querer generar desaprobación o desacuerdo y el sentir incomodidad o inseguridad.
A nivel personal, que la petición genere un conflicto (27,1%) o afecte al bienestar de la relación (22,9%) son los motivos principales para desistir. Y en algo más de la mitad de las ocasiones se abandona o retrasa futuros intentos de pedir.