Casi todas las aerolíneas han cancelado sus vuelos
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
La práctica totalidad de las aerolíneas que operan en Argentina han optado por cancelar sus vuelos en el país ante el paro de los trabajadores del sector que rige en la mayoría de aeropuertos argentinos y que durará 24 horas, a contar desde la pasada medianoche del miércoles, afectando a más de 35.000 pasajeros.
Este paro ha provocado ya la cancelación por parte de Aerolíneas Argentinas, la principal compañía aérea del país, de un total de 331 vuelos. La empresa ha estimado que la medida ha afectado a cerca de 24.000 pasajeros. En términos monetarios, la aerolínea cree que el paro tendrá un impacto en sus cuentas de dos millones de dólares (1,85 millones de euros)
“Lamentamos profundamente los inconvenientes que esta medida causará a nuestros pasajeros. Continuaremos trabajando para ofrecer un servicio de calidad, manteniendo a la seguridad operacional como principal prioridad”, ha trasladado a través de un comunicado al inicio del paro.
Latam Airlines también ha cancelado su operación desde y hacia Argentina para este miércoles. Para responder ante sus clientes, la compañía ha ofrecido la posibilidad a sus pasajeros de cambiar de fecha o de vuelo sin ningún coste.
En el caso de la aerolínea chilena JetSmart, con gran presencia en Argentina, la cancelación de sus vuelos supone la afectación para un total de 8.300 pasajeros.
Únicamente dos aerolíneas, Flybondi y American Airlines, están pudiendo operar con normalidad, ya que cuentan con sus propios servicios de asistencia en tierra. Cabe recordar que los trabajadores de Intercargo, la empresa argentina que presta servicios a las líneas aéreas en los aeropuertos, también están secundando el paro.
Los sindicatos tomaron la decisión de convocar este paro el pasado viernes 23 de febrero, una vez que Aerolíneas Argentinas y Intercargo hicieron una propuesta salarial con la que no estaban conformes. En concreto, denunciaron que la subida ofrecida solo profundiza la pérdida de poder adquisitivo, llevando a un desfase “insostenible” del 70% respecto a la inflación registrada.