Los sindicatos avisan de que habrá más concentraciones si el banco no toma medidas
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Trabajadores de CaixaBank se han manifestado ante las sedes del banco en doce ciudades españolas para exigir a la dirección que tome medidas para paliar la presión comercial y social que sufre la plantilla y que se le dote de más medios para que pueda realizar su trabajo en las condiciones laborales adecuadas.
Los sindicatos SECB, UGT y CCOO han llevado a cabo concentraciones en Madrid, Barcelona, Bilbao, Baleares, Burgos, Las Palmas, Murcia, Pamplona, Sevilla, Tenerife, Toledo y Valencia, cuya participación por parte de los trabajadores consideran que ha sido un “rotundo éxito”.
Los representantes de los trabajadores se han unido para reivindicar unas mejores condiciones laborales para la plantilla, en un entorno en el que la presión para la consecución de objetivos comerciales y la falta de recursos humanos y técnicos se han visto acrecentadas por el recorte de empleados y oficinas y las dificultades para integrar a la plantilla procedente de Bankia.
Durante las manifestaciones en distintos puntos de España, los asistentes han coreado reclamos como “no a las presiones” y han mostrado pancartas con mensajes como “que nos dejen tiempo y medios para trabajar”, “volvamos a un clima laboral saludable”, “somos personas, no máquinas” o “necesitamos tiempo para formación y adaptación”.
El secretario general de CCOO en CaixaBank, Ricard Ruiz, ha señalado en declaraciones a Europa Press durante la concentración de Madrid que se está exigiendo a los trabajadores unos objetivos comerciales “inasumibles”, en un momento en el que se está produciendo la salida de 6.500 trabajadores por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se está ejecutando y en el que los empleados procedentes de Bankia todavía están adaptándose a los sistemas y productos de CaixaBank.
“Los mandos intermedios se dedican a presionar a la plantilla con continuas llamadas, les obligan a enviar reportes continuamente, y la gente está con ansiedad, está medicándose, hay numerosas bajas laborales y pensamos que el banco tiene que tomar medidas”, ha sostenido.
Por ello, desde el sindicato reclaman que se conceda un plazo mayor para la consecución de los objetivos planteados. “Cuando la plantilla de origen Bankia trabaje a pleno rendimiento porque conoce perfectamente los productos, porque conoce perfectamente el sistema informático y porque se ha aclimatado, las maneras de trabajar también mejorarán. Y tiene que reducirse el control que se hace a diario por parte de los mandos intermedios, que lo que hacen es quitarte tiempo de trabajo efectivo y aumentar el nerviosismo y la presión que siente la propia plantilla”, ha resaltado.
En la misma línea, la secretaria general de UGT CaixaBank en Madrid, Ana Useros, ha afirmado que los trabajadores del banco están “al borde del colapso”. “Necesitamos más personal en las oficinas para poder atender correctamente a nuestros clientes y más tiempo para dedicar a esa atención, porque el 90% del tiempo se nos va en gestiones comerciales que tenemos que reportar: a quién hemos llamado, cómo lo hemos hechos, qué hemos vendido o qué vamos a vender. Necesitamos que cambie la orientación de la gestión hacia el cliente, que nos doten de más recursos técnicos y cajeros que funcionen en todas las oficinas”, ha reclamado.
El cierre de oficinas y la rápida digitalización del sector bancario ha provocado además un aumento de la crispación social que no sufre la alta dirección de los bancos, sino los empleados de la red de oficinas, que se ven sobrepasados y denuncian que se encuentran “al límite”.
En este sentido, la presidenta de SECB, Begoña Peiró, ha denunciado que los trabajadores del banco son “el parapeto” entre los clientes y la empresa, que es la que ha tomado las decisiones estratégicas causantes del descontento social hacia el sector bancario. “La gente no se manifiesta ante CaixaBank, la gente va a una oficina y grita o escupe al empleado. Han subido más de un 80% las agresiones y amenazas de clientes”, ha asegurado.
Estas afirmaciones han sido secundadas por el Ruiz (CCOO), quien asegura que las agresiones físicas y verbales son “el día a día” de la plantilla de CaixaBank y de buena parte del sector financiero.
En este escenario, Peiró (SECB) ha pedido “tranquilidad” a la sociedad. “Lo que queremos decir a la gente es que no somos culpables de la estrategia que lleva la empresa. No somos culpables de la digitalización ni de la falta de calidad del servicio. Necesitamos que la sociedad se calme, que la empresa nos ponga esos medios para poder trabajar y que nos dejen hacer lo que siempre hemos sabido hacer, que es dar el servicio al cliente”, ha pedido.
LAS MOVILIZACIONES NO PARARÁN
En el caso de que la dirección de CaixaBank no atienda a los reclamaciones de los trabajadores, los portavoces sindicales lo tienen claro: habrá más movilizaciones.
“Estamos dispuestos a hacer una movilización sostenible y sostenida en el tiempo”, ha asegurado el secretario general de CCOO CaixaBank, quien espera que la dirección del banco mueva ficha antes de tener que optar por medidas más serias.
De su lado, la presidenta de SECB ha avisado de que seguirán los paros y, llegado el caso, convocarán huelgas. “No vamos a parar, necesitamos que esto acabe ya”, ha sentenciado. “En el ERE se quería despedir a gente forzosamente, hicimos dos huelgas generales con la unidad de todos y gracias a ello fue un ERE voluntario”, ha recordado.