MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Las informaciones que circulan este martes sobre la posibilidad de que el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) discuta en su reunión del jueves una subida de tipos de 50 puntos básicos en vez de limitarse al incremento de un cuarto de punto prometido hace un mes sirven de estímulo a la cotización del euro frente al dólar, así como a la de los bancos de la eurozona.
De este modo, el cambio del euro frente al ‘billete verde’, que durante la semana pasada llegó a situarse por debajo del dólar, subía este martes hasta máximos desde principios de julio, alcanzando los 1,0269 dólares por euro.
A su vez, el índice Euro STOXX de bancos subía más de un 4%, liderado por las subidas de los bancos españoles e italianos. En concreto, Caixabank se anotaba un alza del 6,52% y Unicredit del 6,14%, mientras que el Sabadell avanzaba un 5,94%, seguido del alemán Commerzbank (5,81%); Bper Banca (5,23%) e Intesa Sanpaolo (5,20%).
Según fuentes anónimas conocedoras de la situación citadas por Bloomberg, el BCE podría considerar un aumento de tipos mayor del anticipado debido al empeoramiento de la inflación, que en junio escaló a un récord del 8,6% en la zona euro.
Asimismo, la agencia Reuters, citando también fuentes anónimas con conocimiento de la situación, apuntaba que las discusiones sobre si la subida de tipos será de 25 o de 50 puntos básicos estaba aún abierta.
En su reunión del pasado mes de junio, el BCE anunció que subiría los tipos de interés en 25 puntos básicos en julio, el primer alza de la tasa de referencia desde 2011, además de abrir la puerta a una subida incluso mayor en septiembre en función de la evolución de las perspectivas de inflación.
Durante el último mes, en sus distintas comparecencias públicas, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, han insistido en que la subida de julio será de 25 puntos básicos.
Sin embargo, en una de sus intervenciones a finales de junio, Lagarde reconocía que hay condiciones en las que el gradualismo en la normalización de la política monetaria del BCE no sería apropiado, como en el caso de que una inflación más alta amenazase con desanclar las expectativas de inflación, o existieran señales de una pérdida más permanente de potencial económico que limitara la disponibilidad de recursos, forzando al BCE a retirar su acomodación monetaria más rápidamente.
Los analistas de Bank of America ya apuntaban la semana pasada que una subida de tipos mayor de 25 puntos básicos este jueves “es poco probable, pero no impensable”, aunque el banco estadounidense se planteaba como escenario preferente que en vez de una subida mayor de lo previsto, Lagarde en la rueda de prensa posterior “deje la puerta totalmente abierta a más de 50 puntos básicos en septiembre”.