Los hutíes de Yemen inician una nueva fase en su ofensiva contra Israel. Ahora envían mensajes a barcos y navieras advirtiendo de sus ataques. Ya hay declaraciones de ejecutivos de navieras que han recibido estas comunicaciones cuando uno de sus barcos atraca en un puerto israelí, algo prohibido por los hutíes. Los correos aparecen firmado por el Centro de Coordinación de Operaciones Humanitarias (HOCC) de Yemen, y advierten de posibles sanciones y ataques.
Desde mayo, según Reuters, al menos seis compañías navieras griegas han recibido correos electrónicos amenazantes de los hutíes, en una clara escalada de la tensión geopolítica en el Oriente Medio. Los rebeldes hutíes, que han lanzado casi 100 ataques contra barcos en el mar Rojo desde noviembre, han ampliado su campaña más allá de los buques vinculados a Israel, afectando ahora a embarcaciones griegas sin relación directa con el conflicto israelí.
El aumento de ataques, que ha incluido el hundimiento de barcos y la muerte de al menos cuatro marineros, ha provocado un cambio significativo en las rutas comerciales. Muchas empresas, ante el riesgo de ataques, han optado por evitar el mar Rojo, tomando rutas más largas alrededor de África. Esta situación ha reducido excesivamente el tráfico a través del Canal de Suez, afectando el comercio global y elevando los costos de seguros marítimos.
Las tensiones se han intensificado aún más con el reciente lanzamiento de más de 180 misiles por parte de Irán contra Israel, en represalia por la muerte de líderes militantes en el Líbano. Esta acción ha marcado un nuevo pico en la ya frágil situación de Oriente Medio. En este contexto, la milicia hutí ha adoptado tácticas más agresivas, enviando correos electrónicos amenazantes a flotas enteras, lo que ha incrementado el riesgo para cualquier embarcación que intente cruzar el Mar Rojo.
La fuerza naval Aspides de la Unión Europea, que ha escoltado a más de 200 barcos por esta peligrosa ruta, ha advertido sobre la evolución de las tácticas de los hutíes. Un informe revisado por Reuters reveló que Aspides incluso recomienda apagar los transpondedores de los barcos, utilizados para su localización, argumentando que los ataques son más precisos cuando el sistema está activado.
Esta campaña de intimidación ha generado gran alarma en la industria naviera. Algunos propietarios de barcos, especialmente compañías griegas, han suspendido sus operaciones en la región. Para muchas compañías, la seguridad de la tripulación se ha convertido en la principal prioridad, incluso si esto implica interrumpir negocios importantes.
Sin embargo, no todos los barcos están en peligro. Los hutíes han permitido que embarcaciones de propiedad china y rusa continúen operando sin problemas, debido a su desvinculación con Israel. Esto ha creado una dinámica donde ciertas rutas siguen activas, pero muchas otras compañías han decidido evitar la zona por completa.
La situación en el mar Rojo es un reflejo de las crecientes tensiones en el Oriente Medio y cómo estos afectan no solo a las partes directamente involucradas en los conflictos, sino también al comercio global. Las amenazas a la seguridad marítima no muestran signos de disminución, y las empresas navieras se enfrentan, además, a un drástico aumento de las cuotas de sus seguros o incluso a la negativa de las aseguradoras a correr ese riesgo.