Según los gestores de fondos europeos consultados por Bank of America (BofA) para su encuesta de abril
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Los gestores de fondos europeos consultados por Bank of America (BofA) para su encuesta de abril han reflejado un mayor optimismo en cuanto al crecimiento de la actividad económica de Europea, aunque paralelamente esto se ha traducido en un mayor temor por una inflación más difícil de controlar, una política monetaria más agresiva en respuesta y, finalmente, un menor entusiasmo por la renta variable europea.
En concreto, un 50% de los encuestados espera una economía más fuerte en Europa en los próximos doce meses frente al 21% del mes pasado, lo que supone ahora el nivel más alto de optimismo desde julio de 2021.
Al hilo de esto, un 36% todavía cree que el crecimiento europeo se desacelerará en el corto plazo a medida que se intensifica el lastre del ajuste monetario, si bien esta cifra es muy inferior al 83% en enero. De su lado, un 57% de los gestores considera que la política monetaria en Europa es demasiado restrictiva, el nivel más alto desde 2008.
Respecto a la visión de Estados Unidos, el 50% de los gestores de fondos europeos espera que el crecimiento estadounidense se mantenga sólido, ayudado por un consumidor todavía fuerte, mientras que el 26% cree que el crecimiento se desacelerará en respuesta a una política monetaria restrictiva.
A escala global, algo más de la mitad de los mismos cree que un aterrizaje suave es el resultado más probable para la economía global -en comparación con 62% el mes pasado-, en tanto que un 36% opta por el campo de no aterrizaje -frente al 23% el mes pasado-.
Como contrapeso a este perspectiva optimista en cuanto al crecimiento económico, el 41% de los participantes considera que una mayor inflación es el mayor riesgo de cola para los mercados, frente al 32% del mes pasado, situándose por delante de la geopolítica, que era del 24%.
En ese sentido, un 43% -el doble que hace un mes- cree que el tema ‘macro’ dominante en los próximos meses será una inflación persistente y un crecimiento resiliente que conduzca a un entorno de tipos más altos durante más tiempo.
En consecuencia, un 76% de los gestores cree que las tasas de interés a corto plazo disminuirán frente a un máximo histórico del 89% en enero, mientras que un 38% considera que los bancos centrales más agresivos son el catalizador más probable de una corrección de los mercados (frente al 21% que consideraba esto hace mes).
De este modo, se ha reducido el entusiasmo por las cotizadas europeas: un 52% de los inversores espera nuevas ganancias a corto plazo para el mercado europeo -frente al 64% del mes pasado- y el 79% proyecta mejoras para los próximos doce meses -frente al 88%-.
En un apartado más global, la mitad de los gestores ha expresado que el aumento de la renta variable se verá impulsado por las mejoras de los beneficios en respuesta a la resiliencia del crecimiento de Estados Unidos y la flexibilización de China.
A propósito de la Inteligencia Artificial (IA), que ha protagonizado las grandes subidas bursátiles de la mano de compañías como la estadounidense Nvidia y ha elevado las valoraciones de estas empresas, un 48% de los gestores considera que el aumento de la productividad gracias a la IA tiene un precio justo en el mercado de valores, mientras que el 21% cree que las buenas noticias ya están en el precio y el 14% considera que el repunte de la IA ha ido demasiado lejos.
Entrando al detalle del tipo de activos cotizados, un 45% espera una mayor ventaja para los valores cíclicos europeos en relación con los defensivos gracias a la flexibilización de las condiciones crediticias y la recuperación de los indicadores PMI de actividad económica, mientras que el 31% (casi el triple que hace un mes) espera que el valor (‘value’, en la jerga) supere a las acciones de crecimiento (‘growth’) en respuesta a un crecimiento sólido y una inflación rígida.
La tecnología ha perdido su lugar como mayor sobreponderación de consenso en Europa frente a la energía, que experimentó un salto en su posicionamiento junto con los productos químicos, los bancos y la minería; por su parte, el comercio minorista, el automóvil y los medios de comunicación son los sectores menos favoritos.