El bufete Eskariam cifra en más de 800 millones la reclamación conjunta en España y en 16.000 las explotaciones lucenses afectadas
LUGO, 14 (EUROPA PRESS)
Los ganaderos damnificados por el cártel de la leche que un importante grupo de empresas lácteas formó en España para intercambiar información comercial y pactar precios entre los años 2000 y 2013, confirmado por la Audiencia Nacional, podrán “reclamar con solidez” hasta el próximo 24 de septiembre la devolución de entre “tres y cuatro céntimos por cada litro vendido” en dicho período más los intereses devengados.
Así lo han confirmado este jueves en Lugo representantes del bufete jurídico Eskariam, especializado en litigios contra grandes multinacionales y que participó en el expediente administrativo en la Audiencia Nacional, en una rueda de prensa convocada junto al portavoz de la asociación Agromuralla en las instalaciones del hotel Torre de Núñez de la capital lucense.
Roberto López, portavoz de dicha asociación, que agrupa a ganaderos de las provincias de Lugo y A Coruña, ha sido el primero en intervenir y ha calificado como “un paso muy importante para el sector” el reconocimiento por parte de la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional –comunicado el pasado 21 de febrero– de la existencia de un cártel de las lácteas confirmando así la resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CMNC) en julio de 2019.
“Se confirmó que sí que era verdad que la industria nos estaba robando, que se nos estuvo robando durante muchísimos años y ahora la ley nos dio la razón”, ha manifestado Roberto López, para acto seguido lamentar que la caída en el precio de la leche experimentada durante dicho período motivó el “cierre de muchas explotaciones” y forzó a la gente joven del sector a “desistir”.
Tras las declaraciones del portavoz de Agromuralla, ha tomado la palabra Juan Álvarez, responsable de negocio de Eskariam, que representa actualmente en su demanda a 7.000 ganaderos y que ha detallado todos los pormenores del proceso por la “vía civil” por el que los productores van a poder reclamar a las industrias lácteas, ha matizado, “aquel dinero que les pagaron de menos al comprarles su leche”.
“Es altamente probable que las industrias lácteas recurran ante el Tribunal Supremo la confirmación de la Audiencia Nacional”, ha reconocido después, pero ha precisado que se trata de “un recurso muy limitado” que no permite volver a valorar lo ya valorado por la Audiencia y que “difícilmente va a cambiar la situación”.
“Todo ganadero que lo considere, está en plazo para reclamar. El plazo estará abierto de una manera conservadora hasta septiembre de 2024”, ha revelado Álvarez, que ha puntualizado también que cualquier productor que haya vendido leche entre 2000 y 2013 puede proceder a la reclamación “haya vendido o no su leche a una empresa cartelizada” ya que se considera a todas las empresas del cártel “responsables solidarias” por lo sucedido.
GALICIA, LA COMUNIDAD MÁS AFECTADA
De los 52.000 ganaderos que podrían haberse visto afectados a escala nacional por el cártel –de acuerdo a los datos que maneja Eskariam–, la mayoría de ellos se encuentran en Galicia, ya que la comunidad autónoma concentra, han explicado desde el equipo jurídico que encabeza el litigio, “entre el 60 y el 68% de la producción total de leche” de España.
“Galicia es la región más afectada. En el año 2000 había alrededor de 24.000 explotaciones lácteas en la comunidad, de las cuales unas 16.000 estaban en la provincia de Lugo”, han desgranado, para finalizar su intervención puntualizando que la reclamación conjunta asciende a nivel estatal a una cifra superior a los “800 millones de euros” y que las empresas implicadas tienen “solvencia suficiente” y “recursos sobrados” como para poder hacer frente al pago de las indemnizaciones.
“En estos casos grandes es muy importante la fuerza del colectivo, pero esto es una maratón. Hemos ganado un par de carreras pero todavía hay que ganar la carrera final”, ha proclamado al respecto y a modo de conclusión, David Fernández, CEO de Eskariam.